Próxima B, el planeta extrasolar potencialmente habitable más cercano a la Tierra, puede ser en realidad un lugar muy poco agradable. Este mundo rocoso, considerado posible primer objetivo de un futuro viaje interestelar, recibió en marzo de 2016 un buen zarandeo de su estrella, Próxima Centauri, que podría haberlo arrasado. Durante la enérgica explosión de radiación, la diminuta enana roja se volvió 70 veces más brillante y el evento pudo ser contemplado desde nuestro planeta.
Próxima B, debido a una explosión, ya no sería habitable
El exoplaneta investigado por la NASA para recibir a la civilización sufrió una energética explosión de radiación que podría haber destruido su capa de ozono.