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¿Qué es la gordofobia?

La psicólóga Débora Castillo indicó que "ser gordo es tabú, es una burla constante". La discriminación y el bullying que crece en redes sociales.

“El Covid-19 y el aislamiento no dejan atrás el bullying, las redes sociales están inundadas de memes haciendo alusión a cómo terminarás la cuarentena, si estarás más gordo por haber comido mucho durante el encierro o si “podrás salir” a la calle, en caso no lo estés. El bullying alimenticio existe desde siempre”, advierte Débora Castillo, psicóloga en el Equipo interdisciplinario de Trastornos de la Conducta Alimentaria para adolescentes y adultos.

La especialista habló sobre la gordofobia, el bullying en redes sociales -especialmente en tiempos de aislamiento- y cómo ayudar a los chicos y adolescentes.

Castillo, quien también integra el Equipo interdisciplinario de sobrepeso y obesidad infanto juvenil, llamado 'Habitar-me'. Ambos equipos funcionan en 'Jóvenes Salud Integral' de Cipolletti, habló con este medio, en el marco de la campaña + Salud, que llevan adelante la Legislatura de Neuquén, junto a LM Neuquén y LU5 AM600.

- ¿Qué es la gordofobia?

- La denominada Gordofobia/gordo-odio es parte de una modalidad discursiva que aporta al establecimiento de vínculos discriminatorios, reforzando el ideal de belleza asociado a la delgadez y generando distintos tipos de burlas sobre los cuerpos “gordos”. Es un término viejo, pero que ha tomado gran relevancia en el contexto de pandemia, donde el cotidiano es mediante las pantallas, y los medios de comunicación se inundan de este discurso mediante memes, videos, etc.

Gordofobia es el rechazo consciente o inconsciente por los cuerpos de mayor peso. Esta fobia la sufren mayormente las mujeres, víctimas de innumerables burlas.

El término engloba los distintos tipos de discriminación o rechazo que sufren las personas con sobrepeso, cuestión que cobra especial relevancia en una sociedad que separa al distinto, cuyos parámetros estéticos están bien definidos y son tan estrictos como improbables. Las personas obesas sufren discriminación porque vivimos en una sociedad que exalta el narcisismo de los cuerpos y donde la estética se constituye como un valor.

El discurso gordo fóbico opera de manera prejuiciosa y estereotipada, asimilando el aspecto físico de las personas con rasgos de su personalidad, conducta o estilo de vida. Entonces el cuerpo se convierte en territorio de interpretación que –a través de estereotipos y prejuicios– “comunica, dice, expresa, delata” si una persona es bella, sana, feliz, si tiene una sexualidad plena, si puede o no trabajar, si gusta o no de esforzarse, etc. De esta manera, la mirada prejuiciosa que está en la base de la gordo fobia asimila los cuerpos gordos con características como la inactividad/improductividad. Tanta magnitud adquirió el término y sus activismos que incluso el INADI ha sacado informes y comunicados al respecto, advirtiendo de la importancia y sus consecuencias.

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- ¿En qué escenario se lo suele utilizar?

- El Covid-19 y el aislamiento no dejan atrás el bullying, las redes sociales están inundadas de memes haciendo alusión a cómo terminarás la cuarentena, si estarás más gordo por haber comido mucho durante el encierro o si “podrás salir” a la calle, en caso no lo estés. El bullying alimenticio existe desde siempre. Los medios de comunicación, especialmente las redes sociales, son el escenario en que la opinión respecto del cuerpo ajeno toma protagonismo, promoviendo y contituyéndose en centro de burlas.

Aunque también vemos cómo este tipo de discriminación se puede observar en otras áreas: ir a una tienda y que no se cumpla la “ley de talles”, ¿a quién no le paso?, miradas y comentarios callejeros, falta de adaptación en los asientos de lugares públicos (cines, teatros, transporte público, etc.), y podríamos citar miles de ejemplos.

Afortunadamente hoy en día se ha comenzado a cuestionar y hablar más del tema, existen distintos grupos de “Activistas gordas” que impulsan la deconstrucción, promoviendo la visibilidad de cuerpos no hegemónicos, que rompen con roles típicos.

Estos movimientos activistas se ocupan de visibilizar la existencia de la diversidad de los cuerpos, existen tantos cuerpos como personas en este mundo, con el objetivo de erradicar la discriminación histórica y sistemática, y se deje de reducir a los sujetos a sus características físicas, dándole al cuerpo carácter de objetivo, es decir lo que en psicología llamamos Objetivando, dejando de lado los efectos iatrogénicos que ello genera en las subjetividades.

Gordofobia es el rechazo consciente o inconsciente por los cuerpos de mayor peso. Esta fobia la sufren mayormente las mujeres, víctimas de innumerables burlas Gordofobia es el rechazo consciente o inconsciente por los cuerpos de mayor peso. Esta fobia la sufren mayormente las mujeres, víctimas de innumerables burlas

- ¿Cuál es la mirada más frecuente, cuando se habla de obesidad en las redes?

- El efecto del discurso gordo fóbico se traduce en consecuencias que van desde alentar el desarrollo de trastornos de salud como la depresión, la anorexia o la bulimia, hasta favorecer la reproducción de estereotipos de género relacionados con la cosificación de las mujeres y la reducción de los cuerpos a objetos de valoración y consumo, ejercicio de un acto discriminatorio e incluso un acto de violencia gordo-odiante.

Ser gordo es tabú, es una burla constante. No se toma real conciencia del impacto que puede tener para la persona que lo sufre. Vemos mucha desinformación con respecto a los alimentos, demonización de alimentos “todo enferma”, todo engorda. Hay cuentas donde aseguran que ayunar es sano, que dejar de comer lo que nos gusta es lo mejor para evitar enfermedades, cuando el estrés mental que genera hacer todo esto también enferma, que realizar un plan de 21 días es la fórmula del éxito para tener un cuerpo marcado.

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- ¿Cómo afecta esto a niños y jóvenes principalmente?

- Las niñas, niños y adolescentes se ven ampliamente afectados por este fenómeno, no solo por su enorme capacidad de “incorporar” y “aprehender” todo lo que ven y escuchan, sino por ser los principales consumidores de los distintos medios de comunicación.

Niños y jóvenes se ven permanentemente bombardeados por información del discurso hegemónico, donde predomina un “cuerpo ideal”, y lo que no se adapta a ello es campo de burlas, discriminación y rechazo. Se los llena de información de dietas mágicas, productos, suplementos, que utilizan influencers, etc.

En Argentina existe un gran porcentaje de obesidad infanto-juvenil, catalogado ya como pandemia.

Es importante realizar una “limpieza” en las redes, sobre todo de cuentas que sin asesoramiento profesional sugieren cosas dañinas para la salud física y mental.

En Jóvenes Salud integral trabajamos integralmente en dos equipos interdisciplinarios, uno especifico para TCA (Trastornos de la conducta alimentaria: anorexias y bulimias) y otro para sobre-peso y obesidad infanto-juvenil llamado “Habitar-me”. Su nombre hace alusión a la importancia de habitar un cuerpo con hábitos saludables, donde se le da gran importancia al “cómo me siento”, cómo regulo mis emociones, no se trabaja con esquemas de dietas, ni prohibiciones, sino con la incorporación de hábitos que dependerán de cada sujeto.

En ambos programas vemos niño/as y adolescentes, que en edades cada vez más tempranas (11, 12 y 13 años) presentan patologías alimentarias graves, que comprometen su salud física y psíquica. Por ello es fundamental re-pensarnos como sociedad, desde nuestra propia corporalidad, e incorporar el concepto de “diversidad de los cuerpos”, dejar de castigar las emociones, preguntar a nuestros niño/as y jóvenes cómo se sienten, habilitar la emocionalidad, dejar de premiar y/o castigar con comida, de construir estereotipos, sin esos cambios las patologías alimentarias seguirán acrecentándose.

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- En tiempos de pandemia, ¿las redes están cumpliendo un nuevo rol? ¿Cómo impactan en la imagen?

- Como dije, en este contexto se incrementa el consumo de redes sociales, que comienzan a cumplir un rol central en temas como este.

Las redes son el escenario en el que activistas como: “mujeresquenofuerontapa” “onlinemami” o “lagrimagorda”, entre otras en instagram por ejemplo, desarrollan enorme lucha contra la gordo-fobia. Esa militancia contra la gordo fobia se ve afectada por un nuevo enemigo: los memes gordo fóbicos de cuarentena, imágenes y bromas que pretenden ser graciosas, pero terminan siendo un discurso de odio para ridiculizar cuerpos no hegemónico. La mayoría de estos memes que se ven online siguen una línea de “antes ―gente flaca― y después de cuarentena ―gente gorda―”, foto de una persona gorda y una puerta pequeña que titula: “¿Ahora cómo salgo?”, o “La única curva que no se aplana es mi panza”.

-> Para tener en cuenta

- ¿Qué recomendás a jóvenes, padres tener en cuenta para enfrentar estos casos?

- Creo que es fundamental generar una mirada más crítica respecto de lo que vemos, la masividad nos quita lo particular que cada uno construye, alimentando así estereotipos. La posibilidad de registrar y expresar saludablemente nuestras emociones se convierte en un pilar fundamental en la prevención de cualquier problemática de este tipo, es el eje para conservar nuestra salud mental.

Como psicóloga me parece importante saber que la “comida” no genera emociones, nosotros ligamos los sentimientos con los objetos. Por esto es urgente educar a niño/as y adolescentes para que puedan registrar sus sentires y evitar juzgar su expresión.

Algunos tips para prevenir estas problemáticas y mantener sana la salud mental:

  • Enseñar desde pequeños a diferenciar el hambre físico del emocional.
  • No castigar ni premiar con comida.
  • Reforcemos las habilidades y particularidades de cada uno/a, lo que nos hace únicos!
  • Las emociones son el lenguaje con el que el cuerpo se comunica con el cerebro, alentémoslo!
  • Alentemos a comprender que somos diversos en cuerpo y alma. No hay cuerpos ni subjetividades buenas ni malas.
  • Estemos atentos como adultos a lo que consumen nuestros niños, niñas y adolescentes de los medios de comunicación, no para prohibirlo, sino para cuestionarlo en conjunto si hace falta y generar masa crítica!!
  • Intentemos alentar a que cada uno/a busque la mejor versión de sí mismo, sin comparación con otros.
  • Si un niño/a o adolescente expresa sus emociones con acciones: ayudemos a que pueda frenar a pensar, no sancionemos la acción de inmediato, intentemos un minuto sentarlos a leer su lenguaje corporal y ayudarlo a apalabrar los sentimientos escondidos detrás de la acción.
  • Evitemos las etiquetas, los rótulos.
  • Nuestras emociones nos informan de aquello a lo que debemos prestar atención, y la razón nos ayuda a buscar la mejor forma posible para solucionar ese problema o regular esa emoción: “Mente Sabia”. Es como si nuestras emociones fueran los caballos de nuestro carruaje (fuerza, motivación, guía…). La razón fuera el cochero, quien dirige a los caballos; las emociones nos movilizan y la razón nos guía.
  • Ayudemos a ponerle nombre a lo que sienten, sin juzgar, sin evaluar y sin castigar la expresión.
  • Las emociones incómodas (mal llamadas negativas) son como una señal de peligro para que cambiemos de dirección, hay algo que hemos hecho o que está pasando que nos daña o nos aleja de nuestro bienestar; y las emociones que nos gusta sentir (calma, alegría, etc), son como palmaditas en la espalda de nuestro sistema emocional diciéndonos que vamos por el camino correcto, que lo que está ocurriendo o la conducta contribuye a nuestro bienestar, son una especie de señal de “sigue así”.
  • Recordar que: Las emociones no son ni negativas ni positivas, solo debemos aprender /enseñar a regular su intensidad.

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