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Quiere convertir su barrio en un museo abierto de caricaturas

Una vecina de 127 hectáreas ilustró en los postes de luz los personajes de ficción populares, de ayer y de hoy. "Será el primero del país", indicó. Conocé su historia.

Betina Ortiz había visto la reacción de los vecinos, e incluso de los policías, y supo que esas sonrisas debían ser el inicio de su nuevo proyecto. En diciembre del 2020, a raíz de la pandemia, comenzó a pintar los primeros dibujos animados en los postes de luz. Su objetivo es convertir al barrio 127 hectáreas en el primero en todo el país en ser un museo público.

"En el anterior barrio donde vivía, pinté una Pantera Rosa en el poste que tenía frente a mi casa y cada vez que salía observaba cómo cada uno que pasaba lo veía y le sacaba una sonrisa. Era un gesto, que alegraba al menos ese instante a esa persona seguramente llena de problemas o con otras cuestiones. Pero yo me detengo en ese momento, en lo que un dibujo puede generar", expresó esta artista plástica y profesora de artes visuales.

A partir de ese momento supo que al tener su casa propia convertiría a su barrio en una obra de arte. Y así lo está haciendo. "Cuando tuve mi casa, en el barrio 127 hectáreas, dije que lo iba a hacer, pero tuvo que venir una pandemia para que le trabajo mermara", agregó.

Tras 4 años de haber conseguido su hogar, recién en diciembre del 2020 "logró hacerse tiempo". "Tampoco lo dudé mucho, fui y compré la pintura y comencé", contó Betina a LM Neuquén.

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Desde ese momento pintó más de 60 postes con distintos personajes "retros" y nuevos. "Empecé por los clásicos como el Chavo del 8, Don Ramón, pero cada uno que pasa se acerca y me pide un nuevo personaje", dijo. Si bien la calle Saavedra, una de las principales, será destinada a todos dibujos nacionales como Mafalda, El Eternauta, Patoruzú, "en el resto de las cuadras no habrá una estructura muy formal".

"Una de estas noches de verano que terminaba de plasmar el Demonio de Tasmania, había un grupo de 10 chicos que esperaban que levantara todo. A las 12 de la noche estaba guardando todo y vinieron corriendo a decirme que querían que haga un animé en el poste frente a una de las casas", describió. Y aunque se presentaron algunas complicaciones: "Yo tenía mis dos perras, no había cenado y estaba cansada. Pero ellos se organizaron, guardaron todos los animales de la cuadra, trajeron algo de comida y una botella de agua. No tenía escapatoria".

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Tras contar la anécdota, aseguró que por esos gestos ella hace arte. "Ver el brillo en sus ojos, esa alegría y esa ilusión me alimenta. Por eso hago esto, por la sonrisa del visitante", explicó a LMN.

Hasta el momento le faltarán aproximadamente unos 40 postes más, que los intentará hacer lo antes posible y convertir al barrio 127 hectáreas en el primero barrio de toda la Argentina con esta particular característica. "Anduve buscando y ninguno lo tiene. Sería algo lindo hacer arte y poner al barrio en un lugar ejemplar", añadió.

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Si bien tiene claro que "esto de los dibujos es caro", está buscando la colaboración de vecinos o empresas que le pueda donar la pintura para poder continuar y terminar lo antes posible. "El que está fuera de este rubro no sabe cuánto vale un balde de pintura y más sabiendo que son dibujitos que necesitan varios colores", explicó .

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Más allá de esta limitación económica, Betina sabe que tarde o temprano terminará y convertirá a su barrio en un museo. "El otro día escuché una conversación entre dos vecinas. Una se quejó que no estaba el Chavo y la otra le dijo que sí estaba, que vaya a las calles en donde lo había dibujado y eso también es lindo", concluyó.

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