Un pulpo "Dumbo", una araña asesina y hasta un VHS: las nuevas imágenes del streaming del CONICET
Nuevos hallazgos en el mar argentino sorprendieron a todos en las últimas horas. Especies nunca vistas y registros increíbles.
Nuevas y llamativas imágenes comenzaron a popularizarse en los últimos días, pertenecientes a la reciente expedición científica del CONICET transmitida en streaming desde el Mar Argentino.
La campaña permitió observar ecosistemas que permanecen ocultos a miles de metros de profundidad y volvió a poner en foco tanto la diversidad biológica como la huella humana en ambientes remotos.
La misión, denominada Vida en los extremos, se desarrolla con participación del CONICET, la Universidad de Buenos Aires y el Schmidt Ocean Institute. El objetivo central consiste en explorar zonas profundas del Atlántico Sudoccidental mediante tecnología robótica de última generación, con transmisiones abiertas al público que permiten seguir el trabajo científico en tiempo real.
A bordo del buque de investigación Falkor (too), los investigadores utilizan el ROV SUBastian, un vehículo operado de forma remota capaz de descender a miles de metros y registrar imágenes de alta definición. Las exploraciones se concentran en tres áreas del sur del Mar Argentino: Salado Colorado, Colorado Rawson y el sector oceánico próximo a las islas Malvinas.
Una araña marina alimentándose de un pepino de mar, una medusa de aguas profundas prácticamente desconocida y un viejo casete VHS apoyado sobre el lecho oceánico formaron parte de las imágenes más sorprendentes.
Ecosistemas extremos en el Atlántico Sudoccidental
La campaña reúne a 25 científicos, 17 de ellos argentinos, especializados en biología marina, ecología, geología, química y oceanografía.
Bajo la coordinación de la doctora María Emilia Bravo, el equipo recolecta muestras de agua, sedimentos y organismos para analizar el funcionamiento de ecosistemas profundos sometidos a baja luminosidad, altas presiones y condiciones ambientales extremas.
Una de las particularidades de estas regiones es la presencia de filtraciones frías de metano y comunidades biológicas que no dependen de la energía solar. En estos ambientes, la vida se sostiene a partir de procesos químicos y del aprovechamiento de materia orgánica que desciende desde capas superiores del océano.
Las transmisiones en vivo permitieron observar escenas poco frecuentes incluso para la comunidad científica. Entre ellas, la aparición de una medusa traslúcida de mar profundo, registrada hasta el momento principalmente en el océano Pacífico frente a Estados Unidos y Hawái. Su detección en el Mar Argentino amplía el conocimiento sobre la distribución de estas especies. Uno de sus rasgos más llamativos es su reproducción vivípara, con crías que se desarrollan dentro del cuerpo materno y nacen completamente formadas.
Pepinos de mar, arañas marinas y pulpos ocultos
Otra de las imágenes destacadas mostró un pepino de mar de tonalidad turquesa que no pudo identificarse con precisión. Estos organismos suelen habitar fondos oceánicos por debajo de los 1000 metros y se alimentan de materia orgánica en descomposición.
Algunas especies poseen la capacidad de nadar mediante ondulaciones del cuerpo, una estrategia poco común que les permite desplazarse en busca de alimento en un entorno donde los recursos resultan escasos y dispersos.
Uno de los momentos más impactantes del streaming estuvo protagonizado por una araña marina del género Colossendeis, observada mientras se alimentaba de un pepino de mar suspendido bajo su cuerpo. Estos arácnidos marinos se caracterizan por patas extremadamente largas y un cuerpo reducido, y habitan mares fríos del hemisferio sur. Un rasgo distintivo de su biología es que los machos transportan los huevos adheridos a sus patas, una estrategia reproductiva poco habitual.
La expedición también permitió registrar la presencia de un pulpo dumbo, nombre común que agrupa a especies del género Grimpoteuthis. Estos cefalópodos viven entre los 1000 y los 4000 metros de profundidad y se desplazan gracias al suave movimiento de aletas laterales, lo que reduce el gasto energético.
En otra inmersión, las cámaras captaron un pequeño pulpo oculto entre corales de aguas frías, identificado como un octópodo, grupo ampliamente distribuido en el Mar Argentino y conocido por su alta capacidad de camuflaje.
Un casete VHS y la huella humana en el abismo
El hallazgo más inesperado ocurrió a unos 2600 metros de profundidad, cuando el ROV SUBastian detectó un antiguo casete VHS apoyado sobre el fondo marino, con una estrella de mar adherida. Para los científicos, este objeto se convirtió en una evidencia contundente de la persistencia de residuos plásticos incluso en zonas alejadas de cualquier actividad humana directa.
El estado de conservación del casete reabrió interrogantes sobre el impacto a largo plazo de la basura tecnológica en ecosistemas profundos y frágiles. En paralelo al estudio de la fauna, la campaña analiza la presencia de microplásticos en sedimentos, agua y organismos, así como otros hábitats temporales, como restos de ballenas o madera, que funcionan como puntos de conexión biológica en el océano profundo.
La expedición combina investigación de frontera y divulgación científica. Las transmisiones en vivo del CONICET permiten que el público observe el trabajo en tiempo real y refuerzan la idea de que la ciencia también se construye con preguntas abiertas, incluso en los lugares más inaccesibles del planeta.
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