Desde el positivo del policía de Las Perlas, subieron 346% los casos. El puerta a puerta en busca del coronavirus y la poca circulación social, fundamentales.
El virus camina por algunas calles de la ciudad. Así de simple, eso es lo que significa transmisión comunitaria. Es el momento en el que no se puede definir la fuente de contagio de los casos de coronavirus, como ocurre en AMBA, Chaco, Córdoba y algunos lugares de Río Negro.
En tal sentido, “las próximas dos semanas son claves para disminuir la circulación viral”, definió la ministra de Salud, Andrea Peve. Y es que en Neuquén hay entre ocho y diez situaciones que están bajo investigación de nexo epidemiológico, lo que disparó las alertas. Alertas que habían comenzado a sonar el feriado del 25 de Mayo, cuando se confirmó el primer caso positivo relacionado con el brote en la subcomisaría de Las Perlas. Dos reuniones sociales multiplicaron esos avisos, y un mate compartido le dio más impulso a la curva aplanada que ostentaba la provincia.
Desde aquel entonces, del 25 de mayo al 25 de junio, la sucesión de contagios llevó la curva en Neuquén de 115 a 398. En solo un mes hubo 283 nuevos contagios, es decir, un crecimiento de la curva del 346%. Hoy, domingo 28, esa cifra ya escaló a 447.
Los números toman mayor relevancia si se tiene en cuenta el mismo período en la vecina provincia de Río Negro, donde los casos se duplicaron de 360 a 720 en el último mes.
¿Qué pasó? Acá y en cualquier punto del país donde la curva haya subido la respuesta es la mayor circulación. A mediados de mayo se autorizaron las salidas recreativas, primero los domingos y luego se trasladaron a la semana. A fin de mes, fue el turno de las actividades deportivas individuales. Tras la primera semana de junio, se habilitaron los locales gastronómicos y los gimnasios, entre otros rubros. El incesante andar y devenir relajó a muchas personas, varias pertenecientes a los servicios esenciales: miembros de la Policía y personal de salud.
Así surgió primero la ramificación neuquina del brote en la subcomisaría de Las Perlas, que se multiplicó al menos en 34 contagios a partir de 25 de mayo.
El 9 de junio, la curva recibió el impulso menos esperado pero más temido: el virus caminaba por los pasillos de un centro asistencial. El brote del ADOS, a partir del caso de una enfermera que se había contagiado, se multiplicó en 75 personas, entre personal de salud y pacientes, y familiares y allegados a estos. El golpe fue mayor si se tiene en cuenta que se registraron tres muertes.
El 11 se detectaron casos en las oficinas de Desarrollo Social de la Provincia y el 15 surgió el foco en la Comisaría Primera. Estos se replicaron, al menos, en una decena de personas.
“Son situaciones previsibles aunque no en esos lugares, y es para lo que tenemos que estar preparados para trabajar. Bajar la guardia, la falta de controles del personal y la posibilidad de que haya gente enferma y no lo haya comentado son varios factores que contribuyen a este panorama”, dijo Peve a LMN al analizar el avance de la curva. Este sábado se conoció un positivo en una maternidad que disparó alarmas.
La suba de casos dio paso a la búsqueda del virus con el plan Detectar por los barrios. “El trabajo en territorio permite detectar los casos sospechosos con el mínimo de los síntomas, y eso es primordial en esta etapa”, indicó la ministra.
Con el transporte público solo para esenciales y el consiguiente “recorte” de actividades por tal motivo, además de testeos por los barrios, los próximos 15 días serán claves.
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