Del valle al mar
El filme "El verano del Camoatí", realizado en Valle Medio y dirigido por Federico Laffitte, pasó con éxito por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Neuquén > El cineasta Federico Laffitte hace un tiempo atrás comenzó a contar historias, todas ellas con un condimento especial: nacen en su Río Negro natal. La última de ellas fue “El verano del Camoatí”, que el martes, tras ser elegida entre casi 2.000 películas, se presentó en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y hoy se vuelve a proyectar en esa ciudad. Dirigida por Laffitte, con guión de Mariana Rizzuto y producción de Pierino Porrino, realizada y financiada en el Valle Medio de Río Negro, se presentará en la sección "Panorama: busco mi destino", dedicada al cine para adolescentes.
Desde Mar del Plata y a poco de la primera presentación, el realizador atendió el teléfono para contar la experiencia. “Pasamos ‘El Verano del Camoatí’ y se agotaron las entradas, así que fue una gran sorpresa. Fue un momento de muchos nervios porque era la primera vez que se mostraba la película para un público que no fuera el nuestro, el de Choele y el Valle Medio, y fue algo hermoso. La gente se quedó en la sala y estuvimos como cuarenta minutos hablando, después de que terminó la película”, dijo el director y también realizador del documental “Camino al Tembrao”.
La película se estrenó en diciembre de 2011 en el Cine Sportman de Choele Choel y cuenta la historia de Nico, un chico de 17 años que vive en una zona rural. Sus padres esperan que se vaya a estudiar a la universidad, pero él comienza a interesarse por las nuevas técnicas de producción e investiga la conversión de las chacras hacia una producción orgánica. Este interés lo enfrenta a su padre y más tarde el chico sorprende a todos con la decisión de quedarse a trabajar en la chacra.
En cuanto a las percepciones del público, Federico contó: “Los comentarios fueron muy diversos, hay gente que se engancha con descubrir que Choele Chole o el Valle Medio no es solamente la ruta por la que pasan de Buenos Aires a Bariloche; que del desierto no pasan a otro desierto, sino que hay ríos, manzanas y un montón de cosas. También lo que le pasa al chico que se quiere quedar a trabajar en su pueblo, y esta pelea generacional con el padre, que a su vez tiene que repensarse para poder volver a relacionarse con su hijo, transforma a la película en universal y la gente se engancha mucho”.
Para el director, poder mostrar la idiosincrasia de la gente de Río Negro y del Valle Medio a otras partes del país fue uno de los desafíos. “Es fantástico, es una forma de relacionarnos, de diálogo y no diálogo, de conectarse con el paisaje, en el que aparece un chico remando, manejando un tractor, cosas que han formado nuestra identidad”, sostuvo.
El año que viene pretenden mostrarla por todo el país, a través de los Espacios INCAA, y antes de despedirse Federico Laffitte agradeció a todos los que desde el Valle Medio brindaron el apoyo para que “El verano del Camoatí” pueda llegar al mar y, en poco tiempo, recorra el país.
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