Opinión: en el Súperclásico, Boca y River no se juegan lo mismo
El Xeneize es local, ya quedó afuera de la competencia internacional que disputaba y su entrenador se juega la última ficha para seguir en el cargo.
El Superclásico del próximo sábado as las 16 en La Bombonera plantea una situación similar a la que se dio a esta misma altura del año pasado, pero con los roles cambiados.
En 2023 era Boca el que jugaba semifinales de Copa Libertadores contra Palmeiras y en el medio recibió a River por el torneo doméstico. Aquella vez, Jorge Almirón puso casi todos suplentes, pero en este caso Marcelo Gallardo utilizará a varios de sus titulares. Será el regreso del Muñeco a la cancha del Xeneize, donde la última vez perdió 1 a 0 en 2022 con gol de Darío Benedetto.
En esta oportunidad, el que tiene más para perder es Boca, que quedó eliminado de manera prematura en la Copa Sudamericana, tendrá la presión de jugar con su gente -y por ende saldrá a buscar el partido- y además llega con cuestionamientos para el entrenador Diego Martínez y su plantel, que no han estado a la altura en lo que va del segundo semestre.
A River tampoco le sobra demasiado, pero el segundo ciclo de Gallardo como DT recién arranca y el martes siguiente tendrá un partido más importante, como lo es la vuelta de cuartos de final de la Libertadores ante Colo Colo en el Monumental. A menos que sea goleado, el Millo tiene margen de maniobra porque hay otro objetivo en el corto plazo.
A Boca el empate no le sirve, lo mantiene en la mediocridad, lo deja lejos en el campeonato y con las mismas dudas que tiene desde hace varios meses. Pero claro, si gana le dará una alegría a su gente y le sumará un par de dudas al rival de toda la vida de cara al choque del martes. Anímicamente para los de Gallardo no es lo mismo llegar al partido con los chilenos ganando, empatando o perdiendo.
Siempre las formas en las que llegan los resultados son las que atribuyen matices a las conclusiones. No es lo mismo un empate sin goles y aburrido que otro en el que uno de los dos empieza ganando y el otro remonta.
De todas formas, el mundo del fútbol sabe que para Martínez es la última bala. Si bien una igualdad lo deja vivo, necesita ganar para levantar en el ánimo y lograr un regularidad que Boca no ha tenido en todo el año. La derrota en el clásico derivará, tarde o temprano, en la salida del cargo.
Ojo con el árbitro
Párrafo aparte para el árbitro. En términos de otras décadas, Nicolás Ramírez tiene un estilo más cercano a Castrilli que a Lamolina. Eso en un clásico puede ser peligroso, porque si no maneja los humores de los jugadores y administra las tarjetas, habrá más de un expulsado. En caso de cumplirse, el "factor Ramírez" puede ser clave para el desarrollo del Súper.
Probables formaciones
Boca: Sergio Romero; Luis Advíncula, Cristian Lema, Marcos Rojo y Lautaro Blanco; Matías Miramón o Anselmino, Pol Fernández, Cristian Medina y Kevin Zenón; Edinson Cavani y Miguel Merentiel.
River: Franco Armani; Fabricio Bustos, Federico Gattoni, Paulo Díaz y Marcos Acuña; Santiago Simón, Nicolás Fonseca, Manuel Lanzini, Franco Mastantuono o Claudio Echeverri; Facundo Colidio y Miguel Borja o Adam Bareiro.
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