Pablo Polanco, el periodista que es ayudante de campo de Cipolletti
El principal asistente de Gabriel Nasta tiene una historia muy particular en el fútbol. Junto al entrenador condujeron al Albinegro para mantener la categoría.
Juan Pablo Polanco es el ayudante de campo de Gabriel Nasta en Cipolletti. Llegaron en los primeros días de julio para hacerse cargo del Albinegro en el cierre de la Fase Regular y el último domingo el equipo mantuvo la categoría, el primer objetivo de la temporada.
Además de su actual trabajo, Polanco es un periodista que se abrió paso en el mundo del futbol por distintos caminos.
“Dejé de jugar a los 18, me fui a estudiar a Rosario volví un año más y pude jugar en la liga local de Pergamino en primera división, pero muy pocos partidos. Después de un año de hacer educación física me arrepentí y empecé la carrera de periodismo. Estudié tres años en Rosario y después decidí embarcarme para trabajar en Buenos Aires”, contó a LM sobre su paso por el deporte y su acercamiento al periodismo.
En sus días en su ciudad natal, Pablo analizaba mucho el juego para poder llevarlo al terreno de juego. “Estaba en Pergamino, siempre jugaba ahí la liga, pero no me daban las condiciones técnicas en ese momento, entonces trataba de interpretar el juego siempre por otro lado para tratar de jugar”, contó sobre sus días como deportista.
Ya con el ojo de analista, Juan Pablo fue más allá y siguió formándose en su carrera periodística. “Llegué a Buenos Aires para hacer un curso de relato y comentario, me interesaba el comentario, siempre tratar de analizar el juego. En mi mente estaba siempre hacer el curso de entrenador, pero en ese momento tenías que esperar a tener 25 años, 26, para poder realizarlo. Así que me emprendí en el mundo del periodismo”, comentó.
El camino en el periodismo, paso a a paso
El de Pergamino comenzó en medios de comunicación dedicados al futbol del ascenso y así llegó a uno de los más importantes del interior. Además, viajó siguiendo la campaña de Douglas Haig. “Empecé con Interior Futbolero, era un medio que estaba en auge como página de internet y tenía una radio. También en radio de Pergamino, siempre cubriendo a Douglas. Me tocaba viajar y tuve la posibilidad de hacer B Nacional y todo lo que era Federal A también con Interior Futbolero”, repasó sobre sus días como cronista.
Ese trabajo lo llevó a la producción de un programa abocado al ascenso y también a Radio La Red en Buenos Aires. “Después tuve un paso también por Mundo Ascenso, donde llegué a ser productor. Tuve la suerte de poder estar en Radio La Red y de trabajar en dos medios grandes como Interior Futbolero y Mundo Ascenso”, agregó.
La dupla Nasta-Polanco
Con el correr de los años, siguió formándose en el futbol logrando uno de sus objetivos personales. Ya recibido de director técnico, conoció a quien acompaña hoy en el Capataz de la Patagonia. “A Gabriel lo conozco en el 2021, yo venía hace un tiempo trabajando como entrenador, porque me recibí en 2017. Trabajé en Defensores Belgrano, todo lo que fue parte infantil y juvenil, hasta el 2020. Ahí me fui a Ecuador, a probar suerte y no se me terminaron dando las cosas”, repasó.
La experiencia fuera del país no fue la mejor para Polanco, pasaron algunos meses y volvió a casa donde se dio la posibilidad de iniciar un camino junto a Nasta. “Estuvimos tres meses con un compañero colombiano, tuve un paso de tres meses en Colombia, con Martín Cardetti, y cuando decidí volver, a mitad del 2021, justo comenzaba el segundo ciclo de Gabriel en Douglas”, mencionó.
En aquel ciclo del director técnico, Pablo no ocupó el rol que tiene hoy en el cuerpo técnico a sus 34 años. “Necesitaba un video analista, me presentaron con él, y ahí nació la relación. En 2022 fue separados y en el 2023 agarramos las dos juntos como técnico y ayudante en Juventud Antoniana”, contó.
De aquellos días en 2021 donde llegó la oportunidad de trabajar en Douglas junto a Nasta, Pablo reconoce que no tuvo dudas de aceptar la propuesta. “Cuando me surgió la posibilidad con Gabriel, ni siquiera lo dudé, me embarqué en esto y la verdad que estoy contento. Siempre me motiva al cien por cien, estar trabajando y estar planificando siempre un día a día, mejorarte y tratar de brindarle la mayor cantidad de herramientas a los jugadores”, dijo.
La dupla Nasta – Polanco se fue fortaleciendo. De Juventud Antoniana saltaron a Defensores de Pronunciamiento y hoy los encuentra en el Albinegro. “Tener la posibilidad de estar trabajando acá con Gabriel hace tiempo, y ahora en otro club grande como Cipolletti, la verdad que te da esa motivación de estar en el día a día y de seguir mejorando uno mismo, de seguir adquiriendo conocimiento”, reconoció.
En sus días de periodista, transitando distintos medios, estadios y coberturas, fue creciendo y abriéndose paso también en las inferiores de Defensores de Belgrano, club del cual no se olvida. “Conocí a gente como Diego Stefanetti, que me llevó a Interior Futbolero y me hizo conocer a Martín Cardetti también. Estuve muchos años en Defensores de Belgrano, y ahí me fui enamorando de esta parte del rol de técnico, también de ayudante de campo. Ahí empecé a creer que podía estar en un plantel profesional”, afirmó.
Del periodismo al banco de suplentes
En su carrera profesional de periodismo Pablo sintió que la exigencia debía ser mayor para poder explicar los conceptos, algo por lo que apuntó a estudiar la carrera de DT. “La verdad que cuando arranqué el curso, el objetivo en principio había sido hacerlo para generarme más vocabulario, para entender un poco más el juego desde el otro lado, para aplicarlo en el periodismo y en lo que era el comentario, en lo que me quería especializar”, explicó.
No es habitual que un periodista forme parte de un cuerpo técnico, pero Polanco nunca tuvo inconvenientes con eso dentro de un plantel. "Nunca sentí esa incomodidad del futbolista profesional, son solamente profesionales en todos los equipos que he estado y entienden. La verdad que en ese sentido nunca tuve un problema y siempre que trato de explicar algún ejercicio, dar algún fundamento, lo trato de dar con seguridad, obviamente siempre sin meterte en lo que es específicamente la toma de decisiones, porque uno nunca lo vivió, nunca lo sintió como lo están haciendo ellos", aclaró.
En el futbol, los de afuera son todos directores técnicos y las cosas parecen fáciles. "Uno trata de fundamentar, de pedir explicaciones a veces, pero no de meterse o de criticar la toma de decisiones que es en un segundo, es un momento y que uno nunca lo sintió, nunca lo experimentó, nunca lo vivió, eso de estar en el fútbol profesional tomando la decisión en ese momento o decidiendo tal jugada, si gambetear, si jugársela uno contra uno, si rematarla o si reventarla o si salir jugando", agregó.
En la carrera de Pablo, la premisa del "yo hubiera hecho", no existe, ni cómo director técnico, ayudante de campo ni cómo periodista. "Uno trata de chequear, de analizar, de darle su punto de vista siempre sin criticar. Lo hice también de la misma manera que cuando me embarqué en el periodismo. Había escuchado la frase de Menotti, 'que algunos periodistas eran bastante soberbios y que nunca yo había pateado el penal de tal forma', entonces empecé a incorporar eso", contó.
Esa manera de mirar el fútbol y analizarlo lo llevó a tener buena relación con sus dirigidos y en este caso con Gabriel Nasta, quien sí jugó de manera profesional. "Eso me ayudó con la relación del día a día con los jugadores y trabajar con Gabriel. Él siempre da su punto de vista desde la experiencia, de lo que ha vivido, de lo que ha jugado en primera. Yo trato de estar, de chequear el juego, de analizar, de brindarle la mayor cantidad de herramientas a él. De cómo es cada jugador, de qué necesita en el día a día, en el partido, tratar de también ver al rival, cómo juega y ayudarle en la toma de decisiones", sumó.
Cómo fue la llegada a Cipolletti en un momento difícil
Nasta y Polanco se hicieron cargo del Capataz para el final de la Fase Regular, pero con la Reválida y el objetivo de salvar la categoría en mente. "Sabíamos la situación que estaba Cipolletti, habíamos analizado el plantel, habíamos visto varios partidos en el año, creíamos que había material, que había que apuntar al tema de lo psicológico, el tema de la confianza", dijo sobre el equipo que venía en las últimas posiciones.
En sus primeros días no hubo descansos y con celeridad llamaron al plantel a trabajar. "Era un grupo que estaba muy caído, que no encontraba los resultados, que venía golpeado, entonces había que trabajar desde ese punto de vista, de tratar de hacer que ellos vuelvan a creer individualmente y como grupo", apuntó.
Desde el arribo del nuevo cuerpo técnico, Cipo no vio la derrota en siete partidos jugados, consiguieron la primera victoria de visitante en el año y salvaron la categoría."Por suerte lo logramos, así que contento por ese lado y la verdad que nos encontramos con un plantel sumamente predispuesto, con ganas de asumir el rol en el que estaban y tratar de salir, de mejorar. La verdad que el plantel está súper predispuesto y una calidad humana terrible", valoró.
Con una carrera periodística que parece haber culminado y con su camino hecho como ayudante de campo de Nasta, que hoy es un gran amigo, Pablo Polanco no extraña sus días como futbolista. “De jugador no, porque fue un breve paso por la liga local, no extraño esa parte. Más de hacerlo a veces sí por diversión pero no competitivo. Lo que me gusta es obviamente preparar el partido, pensarlo, planificarlo, estar un poco también en lo estratégico”, concluyó.
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