Duro relato de la tragedia
Una mujer dio detalles del choque en el que murieron 9 personas
Buenos aires. Paula, oriunda de Rojas, a unos 250 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, viajaba con su familia, su marido, una amiga y un nene de 13 años el domingo por la tarde. Lo vio todo de frente. Iba a solo tres autos de distancia del camión Volvo FM380 que chocó en el cruce de las rutas 7 y 51 de Cármen de Areco con la camioneta Chevrolet S10 en la que viajaban 16 personas de la comunidad gitana de Hurlingham. Nueve de ellas murieron en el acto, incluido el conductor, Néstor Adrián Moyano, un hombre de 32 años. Paula, que
pidió que su apellido sea mantenido en reserva, aseguró: “Nunca en mi vida me lo voy a sacar de la cabeza. Hemos visto accidentes, pero no algo así. El camión se puso adelante nuestro en la estación de servicio de San Andrés de Giles. Era imposible pasarlo. Llegamos al cruce, cuando cruzás la 7 para Chivilcoy. Empezamos a ver una polvareda y que volaban cosas. Después nos dimos cuenta de que era la gente que estaba volando. Ahí, llamamos a Bomberos”.
“Hemos visto accidentes, pero nunca en mi vida me lo voy a sacar de la cabeza. Empezamos a ver una polvareda y que volaban cosas. Después nos dimos cuenta de que era la gente que estaba volando. Ahí, llamamos a Bomberos”. Paula testigo del accidente
El Volvo quedó “en la banquina, del otro lado”. Su conductor, Juan Ignacio Batalla, oriundo de La Pampa, había salido ileso. “No sabía ni qué le pasaba, estaba en estado de shock”, contó Paula. Del otro lado estaban las víctimas. Entre los nueve muertos, cuatro menores, estaba Santino, un bebé de apenas un año, con otros cuatro chicos heridos de entre tres años y diez meses. Este último fue trasladado a un hospital cercano en estado crítico y falleció poco después.
Chicos: de los nueve muertos, cinco eran menores. Hay siete heridos, dos de gravedad
El conductor del camión fue trasladado a una comisaría de Carmen de Areco y hasta ayer al mediodía no había sido indagado.
La investigación para determinar la responsabilidad en el choque está en sus primeros pasos. Paula, por su parte, se sorprendió ante la cantidad de personas que viajaban en la camioneta: “Mi marido vio que había cinco criaturas en el piso, cuatro ya no se movían. Dentro de la camioneta también había otras criaturas. Debía ir la mayoría en la caja de la camioneta. Mi marido se acercó y cuando vio que había tantas criaturas, no me dejó arrimar. No había mucho para hacer. Tenías a toda la gente desparramada en el pavimento y no te dabas cuenta. Fue una mezcla de polvo y personas. La Policía llegó rapidísimo”.
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