La otra duda que se había sembrado estaba en ataque, pero Guillermo Barros Schelotto decidió que Edwin Cardona continuara como titular y que Sebastián Villa siga en el banco de suplentes.
El rival de Boca en los octavos de final llega a La Bombonera último en la liga paraguaya y con un DT interino.
De capa caída
Si bien tuvo una muy buena campaña en la etapa de grupos de la Copa, el panorama no es el mejor en este momento para Libertad.
El equipo paraguayo empezó el torneo Clausura sin festejos en cuatro fechas, con dos empates y dos derrotas, incluida la caída del fin de semana pasado frente a Independiente, que lo dejó en una inesperada última posición.
“Todos tenemos el deseo de pasar de fase. Sabemos que es difícil, pero estamos con unas ganas terribles y la ilusión de hacer bien las cosas”, dijo el experimentado defensor, Antolín Alcaraz.
Por su parte, Eduardo Villalba, entrenador interino del equipo paraguayo, reconoció que su equipo buscará “reivindicarse” en La Bombonera. “Esperamos reivindicarnos contra Boca para mejorar todo esto. No es fácil venir acá. Trataremos de buscar el mejor resultado y si no se puede ganar, será empatar”, afirmó el entrenador, que reemplazó de manera temporaria a Aldo Bobadilla hace poco más de dos semanas.
Villalba se mostró con fe para salir airoso del primer partido de la llave, pese al opaco presente que lo hundió en lo más profundo de las posiciones del torneo paraguayo.
“Confío en mis jugadores y en el equipo, por la experiencia que tienen. Está bueno que juguemos con Boca”, completó.
Un sueño de 38 refuerzos y 65 millones
La última vez que la ganó fue en el 2007, pero desde enero de 2015, cuando volvió a disputar el torneo tras un año de ausencia, Boca se movió como pocos para reconquistarla. Un dato: contrató a 38 refuerzos con una inversión superior a los 65 millones de dólares.
Con apellidos como los de Tevez (llegó de Juventus a cambio de 5 millones de dólares, luego emigró a China y regresó) y Osvaldo (tuvo dos períodos hasta que Barros Schelotto prescindió de él), pasando por grandes aciertos en Benedetto (fue la primera apuesta más fuerte, con 6 millones de dólares de inversión) y Barrios. El club se movió mucho y no pudo llegar a la cima de América.
Se cambió cuatro veces de arquero titular (Orión, Sara, Rossi y ahora llegó Andrada), cinco la pareja de centrales titulares (Tobio, Daniel Díaz, Torsiglieri, Insaurralde, Goltz y Magallán, algunos de los que jugaron) y la inestabilidad por las lesiones de Gago alternaron el mediocampo.
Arriba, la 10 se la turnaron Lodeiro (vendido en el doble de lo que se lo compró), Tevez (entraron 9 millones de dólares por su partida a China), Centurión (llegó a préstamo y su conducta lo expulsó del club) y Cardona. La explosión más grande fue la de Pavón, que hoy tiene una cláusula de 50 millones de dólares.