El clima en Neuquén

icon
24° Temp
35% Hum
La Mañana

En busca de la verdad

"¿Quién mató a Mariano Ferreyra?", película basada en el libro homónimo de Diego Rojas y protagonizada por el periodista y escritor Martín Caparrós, muestra los hechos del 20 de octubre de 2010 que terminaron con la vida del militante, cuando una patota sindical ferroviaria desalojó a tiros una protesta de trabajadores.

Buenos Aires >  “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”, un largometraje que revela la trama oculta y las motivaciones políticas, económicas y sociales del crimen del joven militante del Partido Obrero, se estrenó en salas comerciales del país, con el escritor Martín Caparrós en el papel de un periodista que investiga el caso y debe esquivar la censura para sacarlo a la luz.
Basado en el libro homónimo de Diego Rojas, el filme dirigido por Julián Morcillo y Alejandro Rath relata la investigación del asesinato de Mariano Ferreyra, ocurrido en octubre de 2010, cuando una patota de trabajadores nucleados en la Unión Ferroviaria atacó a balazos a un grupo de manifestantes y operarios tercerizados, hecho por el que está acusado como instigador el entonces secretario general del gremio, José Pedraza.
La película, que mezcla ficción y documental, estrenó el jueves pasado en varias salas del país días antes de conocerse la sentencia por el juicio oral y público que se inició el 6 de agosto de 2012 contra Pedraza y los otros acusados de complicidad y de la autoría en el crimen, por el cual ya declararon unos 300 testigos en más de 70 audiencias.
“Estrenar antes del final del juicio oral es una manera de intervenir en la realidad y quizás jugar un papel importante para que haya justicia por Mariano. El resultado del juicio no va a cambiar por lo que se diga en la película, pero quizás sí podemos abrir los ojos de la gente antes de la sentencia”, afirmó Rath en una entrevista con Télam.
En la línea de una tradición de cine militante y de compromiso político que remite a autores como Raymundo Gleyzer, Jorge Cedrón o Fernando “Pino” Solanas, la película combina entrevistas a familiares y compañeros de Ferreyra, imágenes documentales y una ficción que enhebra la reconstrucción del ataque que causó la muerte del militante con la pesquisa que lleva adelante Andrés Oviedo, el periodista que encarna Caparrós.
“Cuando nos planteamos hacer la película, veíamos que podíamos exceder los límites del activismo militante y llegar a una mayor cantidad de gente. Y como la película también habla del periodismo y la autocensura, elegimos a alguien con trayectoria y espalda política como Caparrós para interpretar –en su debut protagónico en cine– al periodista que investiga el caso”, recordó Rath.
 
Verdad y compromiso
Al igual que la investigación que lleva adelante el personaje de Caparrós, la película está dividida en seis capítulos que se titulan: “Tercerización”, “Las patotas”, “Sindicatos y barras”, “El negociado”, “José Pedraza” y “Un crimen”, y que revelan el entramado político, económico y sindical que hay detrás de la muerte de Ferreyra y del estado crítico del transporte ferroviario.
La investigación del periodista Oviedo, que en el filme es comparada con la que Rodolfo Walsh encaró para revelar la causa del asesinato del sindicalista Rosendo García en su libro “¿Quién mató a Rosendo?”, “es una reivindicación de esa manera de hacer periodismo que ponía a la verdad y el compromiso social sobre cualquier otro interés, incluso la propia vida”, señaló el cineasta.
Para Rath, “algo que está en debate en el filme es el periodismo militante que muchas veces se confunde, porque muchos que lo reivindican son dueños de los medios y ejercen presión sobre sus propios trabajadores. Es un mal del periodismo entendido como mercancía, en el que se banalizan los temas y se privilegia una inmediatez sin profundidad”.
Por eso el personaje encarnado por Caparrós sigue el ejemplo de Walsh, porque “queríamos que fuera un periodista que puede mantener su dignidad, independencia y compromiso con la verdad”, a pesar de que su jefe (cuya voz es la del cineasta Enrique Piñeyro) intenta censurarlo y luego lo despide de la revista en la que trabaja.
Entre las cosas que denuncia en su reportaje –y que la película y sus directores adscriben– está el sistema de tercerización de servicios, “una herencia neoliberal” que existe en muchas empresas argentinas y que tiene como objetivo “bajar el costo de los salarios, pero además, y principalmente, partir el colectivo de trabajadores con el aval y la complicidad de la burocracia sindical”.
Fue justamente un reclamo de los trabajadores tercerizados de la línea del Ferrocarril Roca lo que motivó la manifestación y el intento de cortes de vías que esos operarios y un grupo de militantes del Partido Obrero, entre los que se encontraba Ferreyra, protagonizaron el 20 de octubre de 2010, antes de ser perseguidos, apedreados y baleados por una patota de la Unión Ferroviaria.
 
Burocracia sindical
En ese sentido, los directores se preguntan si después de la muerte de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en 2002, desapareció realmente la represión de la protesta social o tomó otra forma, y la respuesta que da la película es que “la represión fue tercerizada y actualmente la ejercen las patotas sindicales, que también integran miembros de las barras bravas”.
“Hay muchos episodios de violencia sindical que nunca fueron esclarecidos y que responden a una misma metodología. No es algo que esté organizado por el Gobierno, pero sí por sectores que están o estuvieron ligados a él, como en su momento el moyanismo”, opinó Rath, que también denuncia en el filme los negociados que la “burocracia sindical” realiza a través de empresas tercerizadas.
“Pedraza jugó un rol importante en la creación de cooperativas tercerizadas que daban servicios al ferrocarril y que dependían directamente del mismo sindicato que debía luchar por la defensa de los derechos de sus trabajadores. A ese nivel llegó el cinismo de esta gente”, opinó el director. Y añadió: “Se trata de una gran estafa que trajo como consecuencia no sólo la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores, sino también el estado lamentable en el que se encuentran los trenes y que trajo como consecuencia, por ejemplo, el trágico accidente de la estación Once”.

Actor conmovido

En el filme dirigido por Julián Morcillo y Alejandro Rath, Caparrós es Andrés Oviedo, un periodista que debe escribir sobre el asesinato de Mariano Ferreyra para la revista en la que trabaja. La búsqueda de la verdad y de las razones profundas del crimen lo llevan a enfrentarse con sus editores, que lo desplazan del caso. Caparrós contó por qué le atrajo la película y cómo llegó a ponerse en la piel de un actor. “Por un lado, me atrajo el desafío de hacer algo que no hago muy a menudo que es actuar. Por otro, me siguió convenciendo lo que me comentaron los directores: que le habían ofrecido el trabajo a ciertos actores y algunos de ellos se habían... bueno no lo habían querido hacer porque temían lo que podría pasar con sus carreras. Y, finalmente, porque el asesinato de Mariano Ferreyra es algo que me conmovió desde el principio. Yo estuve esa noche, la noche que lo mataron, en la Plaza de Mayo y fui siguiendo el caso desde entonces. Me parece que si la película sirve para que más gente sepa qué es lo que pasó, vale la pena”, dijo el periodista.
Por otro lado, el protagonista de la cinta que fue extra en la película “Reds”, ganadora de tres Oscar, aseveró que “no está preocupado por su futuro actoral”. “Si bien creo que lo que hice fue razonable, tampoco me importan las críticas porque no busco convertirme en actor. Igual, si alguien me propone algo, lo pensaré”, señaló.
Por último, al consularlo sobre cómo puede influir en el juicio el filme comentó: "Realmente es muy difícil calibrar eso. Quisiera creer que el juicio y la Justicia no necesitan que nadie los influya para ser justos y para condenar a los culpables. Particularmente, me gustaría que lo que hago influya en la realidad. De ahí a creer que eso va a suceder.. bueno, hay cierta distancia".

Te puede interesar...

Lo más leído

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario