La jornada de este martes en la Cámara de Diputados fue bastante acalorada debido a las críticas entre la oposición y el oficialismo.
La Cámara de Diputados se convirtió en un campo de batalla durante la sesión que tuvo lugar este martes. Allí, las diputadas María Eugenia Vidal y Victoria Tolosa Paz mantuvieron un fuerte cruce por las deudas de sus gobiernos y las gestiones de los mismos.
Todo comenzó una vez que se aprobó el proyecto de ley de Promoción del Desarrollo y Producción de la Biotecnología y la Nanotecnología. Fue en ese momento en el que la exgobernadora de la provincia de BUenos Aires pidió un apartamiento de reglamento para que se aprobara un expediente que instaba a que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, asista a la Cámara baja para realizar un informe de gestión.
Aprovechando el micrófono encendido, Vidal fue contra los resultados de las políticas del Gobierno, y también para criticar la designación de Silvina Batakis como ministra de Economía, en reemplazo de Martín Guzmán.
"Aturde que para conducir la economía argentina hayan elegido a una persona que en el 2015 no dejó la plata para pagar los sueldos y aguinaldos de 600.000 trabajadores", disparó.
Tolosa Paz la acusó de violar los acuerdos parlamentarios que se habían alcanzado en la comisión de Labor y también dejó en evidencia que estaba distraída cuando se comunicó que se había podido gestionar la concurrencia de Manzur. Pero la respuesta política llegó de la mano de la platense, que recordó que la deuda provincial durante la gestión de Vidal "creció un 68%".
La bancada cambiemita explotó en gritos, abucheos y acusaciones, pero Tolosa Paz siguió a la carga: "No vamos a permitir que se chicanee, porque quien está sacando la deuda adelante de la provincia es el gobernador Kicillof con una política de desendeudamiento a nivel nacional y provincial. Háganse cargo".
-> La sesión
Durante la jornada se aprobaron dos proyectos vinculados a la "agenda Kulfas" de Desarrollo Productivo cuyo tratamiento estaba pendiente desde el año pasado: la ley Automotriz y Autopartista y la Ley de Promoción de Inversiones a la Biotecnología y Nanotecnología.
En el primer caso, se trata de un proyecto que básicamente le quita presión impositiva a grandes multinacionales que ya amasan fortunas y que ahora podrán acrecentar sus ingresos. Es por eso que la izquierda votó en contra. "Viven en otro planeta, quieren más beneficios a grandes empresas y para las mayorías hay ajuste", protestó Nicolás del Caño, del PTS-FIT.
Claramente no era un proyecto de factura kirchnerista, fuerza política más proclive a subir impuestos que a bajarlos. Sin embargo, los diputados que responden a Cristina Kirchner acompañaron, porque en este caso la lógica distribucionista quedó relegada por una lógica productivista: los beneficios fiscales se plantean como una carnada para que las empresas se decidan a volcar más inversiones en el país y por ende generen más empleos de calidad.
Pasada la medianoche, llegó el momento de tratar el proyecto impulsado por Graciela Camaño (interbloque Federal) para la creación de una zona marina protegida, denominada Agujero Azul, con exclusividad de jurisdicción en la Plataforma Continental Argentina. Juntos por el Cambio estaba en contra porque consideraba que no iba a poder cumplir con su objetivo de evitar la pesca ilegal en esas aguas profundas. La maniobra fue sabotear el quórum, pero no alcanzó.
Los diputados de Juntos por el Cambio, a excepción de los cuatro de Encuentro Federal (el bloque de Margarita Stolbizer y Emilio Monzó, que tiene una excelente relación política con Camaño) se levantaron de sus bancas, pero quedaron logueados 130 legisladores (entre ellos Emiliano Yacobitti, por error), apenas uno más de los necesarios para habilitar la votación.
Si no hubiera sido por la ayuda de ese sector minoritario de Juntos por el Cambio, la ley se hubiera caído. Monzó y Stolbizer quedaron en la línea de fuego de sus compañeros de interbloque y ya hay pases de factura.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario