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La Mañana kiosquero

Habló el hijo del kiosquero: "No creo que Alberto Fernández pueda mirarme a los ojos"

Familiares, amigos y vecinos despidieron los restos de Roberto Sabo. La autopsia determinó que recibió cuatro disparos a corta distancia. Duras críticas al kirchnerismo.

En un marco de dolor y bronca, este martes, familiares y amigos velaron al kiosquero asesinado en Ramos Mejía. Roberto Sado murió tras recibir cuatro disparos a corta distancia, según determinó la autopsia.

Para la despedida final del comerciante, la familia Sabo convocó a los allegados este miércoles a para acompañar el cortejo fúnebre desde la sala velatoria rumbo al cementerio Municipal de Morón, ubicado en la avenida avenida Hipólito Yrigoyen 1400, de ese distrito, donde se llevará a cabo la inhumación.

“Sé que tenía muchos clientes y lo querían mucho. El que quiera pasar a despedirlo y dejarle un mensaje es más que bienvenido”, escribió Nicolás, uno de los hijos en las redes sociales. Luego, ante la prensa, declaró: “Me gustaría que venga Alberto Fernández y trate de mirarme a los ojos, pero no creo que pueda”.

En la puerta de la casa velatoria Nicolás reclamó que Leandro Daniel Suárez, el hombre detenido por el crimen de su padre, “se pudra en la cárcel y sea condenado a prisión perpetua”.

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Roberto Sabo fue asesinado el pasado domingo durante un asalto en su comercio, ubicado en esa localidad bonaerense. Recibió cuatro balazos en el tórax que salieron de un revólver del mismo calibre al que le secuestraron a uno de los detenidos por el caso.

Pedro Sabo, el padre del kiosquero asesinado, dijo que a su hijo “la gente en este momento lo está recordando con cariño, siempre lo tienen presente. Dicen que van a poner un santuario frente al quiosco y no estaría mal porque hace cuarenta años que estamos en la cuadra”, sostuvo y pidió ante la prensa “no politizar” el caso.

El padre del kiosquero también reveló que estuvo reunido con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, a quien le pidió “que pongan seguridad en el quiosco”.

Kiosquero asesinado.

En cuanto a la muerte del kioqsquero de Ramos Mejía, la autopsia preliminar arrojó que recibió cuatro balazos, a menos de 30 centímetros, y con un calibre 22. Según el informe al que accedió Clarín, todos los disparos de Sánchez contra Sabo fueron a corta distancia.

Los peritos a cargo de la autopsia determinaron que en el cuerpo de Sabo se hallaron seis orificios, aunque se detectaron cuatro impactos de bala: dos en el pecho y dos en la cabeza, del lado izquierdo.

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