Hay que estar atentos a la respiración de los pequeños al dormir

Los padres de niños, entre otras tantas cosas, comparten un hecho: desde el momento en el que los chicos se duermen se dispone de un pequeño lapso en el que uno puede ocuparse plenamente de sus asuntos o distenderse. Para muchos, esas horas clave son las que les permiten trabajar o cumplir tareas pendientes. Es el momento en el que se desconectan de los cuidados. Sin embargo, si se atiende una advertencia que proviene de un investigador de la Universidad de Australia del Sur, se debería dedicar un momento a monitorear la respiración de los chicos.

Y es que según el profesor Kurt Lushington, el hecho de saber lo que ocurre mientras los chicos duermen no solamente es importante, sino que puede ayudar a prevenir trastornos respiratorios del sueño que tienen el potencial de impactar en su comportamiento y en su salud. "Durante el sueño, los músculos que mantienen rígidas las vías respiratorias superiores se relajan y entonces se estrechan, lo que puede provocar ronquidos, resoplidos o, en casos graves, su obstrucción completa", advierte Lushington, autor del trabajo "Trastornos respiratorios del sueño en niños: ¿Qué síntomas consideran los padres un problema?".

Los trastornos respiratorios del sueño pueden provocar una serie de inconvenientes para los niños, como somnolencia diurna, fatiga, irritabilidad, hiperactividad y falta de atención, y potencialmente pueden también empeorar el rendimiento escolar. De hecho, aún se desconoce el alcance real que estos trastornos pueden tener: "Los efectos a largo plazo no se comprenden bien, pero la investigación sugiere que la respiración alterada por el sueño también podría afectar la salud cardiovascular y metabólica", agrega el profesor.

El especialista dice: "Los trastornos respiratorios del sueño no se diagnostican de manera significativa en la comunidad. Por eso, los padres pueden desempeñar un papel importante en el proceso de diagnóstico al estar atentos a los síntomas comunes, que incluyen respiración pesada, ronquidos, jadeos o resoplidos, y dejar de respirar por completo, y compartir esos datos con el médico de su hijo".