La devaluación y la incertidumbre política son las causas aludidas.
Por Sofía Sandoval - [email protected]
El 2019 se presentó como un año difícil para las inmobiliarias. Aunque el déficit habitacional mantuvo constante la demanda de alquileres, los agentes que tienen operaciones en esta ciudad afirmaron que la compra venta de inmuebles estuvo prácticamente parada a partir de la fuerte devaluación de la moneda, las dificultades para acceder a créditos hipotecarios y la incertidumbre que desmotiva las inversiones.
Si bien los precios en dólares de las propiedades se mantuvieron estables durante todo el año, el cambio brusco en la cotización de la moneda extranjera generó una fuerte suba de los valores en pesos de los inmuebles.
Así, un departamento que cotizaba en cien mil dólares pasó de costar 1,8 millones de pesos a principios de 2018 a salir más de seis millones de pesos al cabo de un lapso temporal inferior a los dos años.
A eso se sumaron, también, los obstáculos para acceder a créditos hipotecarios para la compra de viviendas. Además del encarecimiento de los créditos UVA, los que accedieron a un préstamo antes de la devaluación recibieron una suma de dinero que luego no fue suficiente para enfrentar la compra de un inmueble cuya valuación siguió el vuelo de la cotización de la divisa estadounidense.
Otro de los factores que influyó en la caída de las ventas de las inmobiliarias fue la incertidumbre causada por las elecciones y el cambio de gestión al frente del gobierno nacional. "Aún no se saben qué medidas económicas van a tomar y los compradores van a decidir en base a eso", explicó Guillermo Reybet, de la inmobiliaria que lleva su apellido.
Desde Staff Inmobiliaria coincidieron en que el cambio de gobierno y la abrupta devaluación generaron cierto temor entre los clientes, que prefirieron conservar sus ahorros y esperar hasta conocer cuáles serán las nuevas medidas del gobierno nacional. "El que tiene dólares no los quiere mover", aclararon.
Según mencionaron las fuentes consultadas, los propietarios no piensan en reducir el valor de sus inmuebles en dólares para allanar el camino a una venta. "Por lo general, es gente que vende porque quiere concretar otra transacción y todas las operaciones están en dólares", aclaró Reybet.
Desde Staff Inmobliaria señalaron a este diario que los precios son muy variables, pero que muchos propietarios se niegan a bajar sus valores por factores que disminuyen la cotización, como, por ejemplo, la antigüedad de la construcción.
Precios disímiles
"Los precios son muy disímiles en la ciudad y dependen, sobre todo, de la ubicación, la antigüedad y el nivel o calidad de la construcción", detallaron los agentes.
Aunque la venta de unidades terminadas no registró grandes movimientos, se notó un mayor nivel de actividad en la venta de departamentos en pozo. Esto ocurrió gracias a que la cotización se mantiene en pesos y a partir de un índice que publica la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO).
Según detallaron desde las inmobiliarias y en base a los datos registrados hasta noviembre de 2019, la variación del índice fue inferior al de la inflación.
"Si uno compara enero de 2018 con noviembre de 2019, el costo de la construcción registra un aumento del 119% en casi dos años, cuando el valor del dólar en ese mismo período casi se cuadruplicó", afirmó Reybet.
Desde Staff coincidieron: "El que tiene capacidad de ahorro en pesos prefiere invertir en pozo".
Las casas más baratas son las más alquiladas
Anta la falta de la media sanción necesaria para aprobar la Ley de Alquileres, desde las inmobiliarias señalaron que los contratos mantendrán los ajustes semestrales que tenían hasta la actualidad, en lugar de los ajustes anuales y los contratos de tres años previstos por la nueva normativa.
Guillermo Reybet, de la inmobiliaria Reybet, explicó que la demanda de viviendas para alquilar se mantuvo vigente y que se solicitaron, sobre todo, las unidades de menores comodidades, como departamentos de uno o dos dormitorios, por sobre las viviendas de nivel gerencial.
Según detalló el especialista, los precios tuvieron variaciones por debajo de la inflación, ya que implican incrementos de entre 30% y 37%, en un contexto donde el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación cercana al 55%.
Para los inquilinos, la mayor incertidumbre se da a partir del costo de las expensas. “Ellos pueden prever el valor locativo por seis meses, pero las expensas suben cuando suben los costos de mantenimiento del edificio y no tienen ningún tipo de previsibilidad”, aclaró Reybet.
Según explicó, el valor de las expensas depende de la cantidad de departamentos que haya en el edificio y el tipo de instalaciones de la propiedad.
Por un departamento de un dormitorio en un edificio con ascensor se pagan entre 1800 y 2800 pesos de expensas, pero el valor se incrementa cuando el complejo cuenta con pileta de natación o un salón de usos múltiples.
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