Macron descartó convocar a un referéndum

El presidente francés Emmanuel Macron se reunió con autoridades del gobierno y rechazó convocar un referéndum sobre su reforma jubilatoria. La determinación se tomó en medio de creciente tensión social en el país después de que casi 300 personas fueran detenidas en renovadas protestas tras la adopción definitiva de la iniciativa.

La administración gala superó dos votaciones en la Asamblea Nacional destinadas a bloquear la propuesta para elevar la edad jubilatoria a 64 años, que quedó así automáticamente adoptada tras su reciente aprobación por decreto por parte del jefe de Estado la semana pasada.

Las votaciones constituyeron un triunfo para Macron, pero a un costo muy alto para un presidente que fue acusado de autoritario por sus críticos y al que aún le falta la mayor parte de su segundo mandato. Al mismo tiempo, el líder conservador que aspira a otras reformas pese a no tener control absoluto del Parlamento.

En medio de llamados a más protestas y huelgas, la oposición, reforzada por el rechazo unánime a la reforma de los sindicatos y de dos de cada tres franceses según los sondeos, urgió a Macron a cesar a su primera ministra Élisabeth Borne, a retirar su reforma o a someterla a referéndum, e incluso a disolver la Asamblea Nacional.

El mandatario liberal se reunió con Borne y otros integrantes del gobierno, como el ministro del Interior, Gérald Darmanin, aliados de su coalición centrista y figuras del oficialismo.