Marcos Oviedo tenía 15 años y falleció luego de que una araña de rincón le picara en la rodilla. El joven comenzó a sentir un dolor en la zona el sábado: en un centro sanitario de Corpus, la localidad donde vivía a 75 km de Posadas, le dieron un calmante y le advirtieron que podía tratarse de la picadura de una araña. A la noche, el dolor era insoportable, volvió y le dieron otro calmante. El domingo, ya no podía pisar y lo derivaron a Posadas con un cuadro de loxoscelismo, nombre derivado de la araña loxosceles o “araña de los rincones”. Allí le suministraron el antídoto específico, pero no fue a tiempo: el lunes Marcos entró en coma y murió de un paro cardíaco.
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