El episodio conmocionó a Brasil y profundizó la polarización entre seguidores de Lula da Silva y Jair Bolsonaro.
El hombre que este miércoles por la noche se hizo estallar en un atentado contra el Tribunal Supremo de Brasil es un fanático de derecha, simpatizante del expresidente Jair Bolsonaro, según datos de la policía. El hecho no sólo conmocionó a los brasileños, sino también profundizó la grieta política.
El autor y única víctima del ataque fue identificado como Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, excandidato a concejal en la ciudad de Santa Catarina en 2020 por el Partido Liberal, de Bolsonaro.
El atacante pertenecía al Partido Liberal, de Jair Bolsonaro
La policía explicó que el atacante actuó sólo y en forma previa al atentado había publicado en las redes sociales una serie de amenazas contra jueces y periodistas.
Su objetivo, señalaron los investigadores, era particularmente el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien se convirtió en figura pública por la causa que le sigue a Bolsonaro y otros dirigentes que intentaron dar un fallido golpe cuando ganó Lula da Silva en las elecciones.
De Moraes también cobró relevancia cuando embistió contra el multimillonario Elon Musk por no dar de baja usuarios golpistas en Twitter de Brasil.
Cómo fue el atentado
El episodio ocurrió en la plaza de los Tres Poderes, en el centro político de Brasilia, y fue impactante, casi como una escena de película de Hollywood.
Luiz llegó con su vehículo al frente de la Corte con la intención de ingresar al recinto. Como no logró entrar, lanzó explosivos contra la estatua de una mujer que simboliza la Justicia.
Luego, contó un guardia, “se tumbó en el suelo, encendió el último artefacto, colocó la cabeza encima como si fuera una almohada y esperó la explosión”. A los pocos minutos estalló también su automóvil que estaba en un garaje cercano.
El principal blanco de Luiz era el juez De Moraes
La policía encontró al menos ocho artefactos más, varios en el cinturón del atacante, que no llegaron a estallar. También en la vivienda donde se alojaba.
En Facebook, Luiz había publicado un mensaje que decía: “¿Vamos a jugar??? Policía Federal tienes 72 horas para desactivar la bomba en la casa de los comunistas de mierda”.
Otro incluía un selfie en la sala de juicios de la Corte Suprema con la leyenda: “Han dejado entrar al zorro en el gallinero”.
Concejal y fanático de Bolsonaro
Luiz es un cerrajero que adhería a teorías conspirativas de la derecha y que en las redes se presentaba como “emprendedor”.
Era de Río do Sul, en el Estado sureño de Santa Catarina, y había sido candidato a concejal en 2020 por el Partido Liberal, formación en la que milita el expresidente Jair Bolsonaro.
Un legislador que tenía contacto con el atacante contó a O’Globo que Luiz estaba muy afectado emocionalmente por la reciente separación de su esposa. Un hijo de Luiz confirmó este dato y agregó que su padre solo quería irse lejos, viajar.
Andrei Rodrigues, director general de la Policía Federal brasileña, explicó que el ataque no fue fruto de la improvisación, sino preparado con enorme antelación, y lo vinculó con los procesos de radicalización de un sector de la sociedad. “Estos grupos extremistas están activos y requieren que actuemos de manera enérgica”, afirmó.
Un hecho que polariza más a Brasil
El expresidente Jair Bolsonaro repudió el ataque en un mensaje por redes sociales, en el cual también llamó a la población a la reflexión.
“Lamento y repudio todos y cada uno de los actos de violencia, como el triste episodio de ayer en la Plaza de los Tres Poderes. A pesar de ser un hecho aislado, y aparentemente provocado por alteraciones en la salud mental de la persona que, lamentablemente, acabó falleciendo, es un hecho que debe llevarnos a reflexionar”, escribió.
Bolsonaro repudió el atentado y dijo que era un hecho "aislado"
En otro párrafo, Bolsonaro pide que “Brasil vuelva a cultivar un ambiente adecuado para que diferentes ideas puedan enfrentarse pacíficamente y para que la fuerza de los argumentos valga más que el argumento de fuerza”.
El juez Alexandre de Moraes, el objetivo del atacante, cruzó a Bolsonaro. Sostuvo que “lo ocurrido ayer no es un hecho aislado en el contexto que comenzó entonces, cuando el infame gabinete del odio comenzó a destilar discursos de odio contra las instituciones y la autonomía del poder judicial”, afirmó.
Con “gabinete del odio” se refería a un grupo de asesores que manejaban las redes sociales de Bolsonaro durante su mandado, encabezados por su hijo Carlos, que atacaban virtualmente a opositores, a la prensa y a sectores de la justicia.
“Esta escalada se desarrolló bajo el falso disfraz de uso criminal de la libertad de expresión, lo que resultó en el 8 de enero”, remarcó el juez De Moraes.
Legisladores de Bolsonaro impulsan en el Congreso una ley de amnistía para los implicados en el levantamiento del 8 de enero.
El atentado contra la Corte intensificó los enfrentamientos en las redes sociales, entre simpatizantes de Lula y Bolsonaro.
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