Aviones israelíes bombardearon unos 1.300 objetivos de Hezbollah. Videos muestran las explosiones y el éxodo de los civiles.
Israel y el movimiento pro-iraní Hezbollah ya libran una guerra abierta en el sur del Líbano, donde miles de civiles huyen hacia el norte o a países limítrofes ante los bombardeos de la aviación israelí, en un éxodo dramático. Los muertos ascienden a casi 600 en las últimas horas, entre ellos una treintena de niños.
En las últimas semanas tuvieron que abandonar sus hogares cerca de 100.000 personas en la región sur del Líbano, donde opera el grupo chiita Hezbollah, quien desde hace meses viene lanzando centenares de cohetes contra territorio israelí.
Más de 100.000 libaneses tuvieron que abandonar sus hogares
Se trata del mayor ataque en años por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra blancos del grupo terrorista. Sus aviones bombardearon unos 1.300 objetivos de Hezbollah, entre ellos depósitos de armas y misiles.
Israel y las milicias de Hezbollah llevan intercambiando disparos a través de la frontera desde que comenzó la guerra en Gaza el año pasado, tras el brutal ataque de Hamas del 7 de octubre.
Si bien durante largo tiempo Hezbollah y Hamás estuvieron enfrentados, especialmente por la guerra en Siria y el respaldo al líder sirio Bashar al Assad, ahora son aliados contra Israel.
El Líbano soporta una nueva guerra
El pequeño país de Medio Oriente, con una hermosa costa sobre el Mediterráneo, vive nuevamente el trauma de la guerra, que la mayoría de su población quería dejar en el pasado.
Desde el fin de semana se puede ver el congestionamiento de vehículos en la autopista principal hacia el norte del país, especialmente a Beirut, donde los libaneses buscan refugio para huir de las explosiones y las bombas.
Israel afirma que está atacando los arsenales y bases de Hezbollah
Familias completas con sus hijos a cuesta y valijas atadas en el techo de los vehículos huyen de los feroces bombardeos israelíes.
Algunos testimonios recogidos por agencias periodísticas en la zona muestran la desesperación de la gente. “Cuando por la mañana atacaron las casas, agarré todos los papeles importantes y salimos. Los ataques nos rodeaban. Fue aterrador”, contó Abed Afou.
El éxodo se intensificó este lunes, cuando los libaneses comenzaron a recibir la advertencia del ejército israelí de que abandonaran sus hogares porque iban a producirse nuevos bombardeos sobre la región sur, donde se concentran las bases de Hezbollah.
Israel asegura que ataca sólo depósitos de armamentos y misiles de Hezbollah, pero las explosiones repercuten sobre la población cercana, ya que están instalados en terreno urbano.
Algunos piensan volver cuando terminen los ataques. Otros creen que ya no habrá posibilidades porque la guerra se está consumiendo todo.
“Ataques, aviones de guerra. Destrucción. Allí no queda nadie. Todo el mundo ha huido. Juntamos nuestras pertenencias y nos fuimos”, señaló Ahmed, en cuya camioneta llevaba diez personas, la mayoría niños.
Hezbollah aún no usó sus misiles más destructivos
Desde la operación de la semana pasada de Israel que eliminó a los principales jefes militares de Hezbollah con los beepers (buscapersonas) explosivos, la agrupación chiita está siendo conducida por cuadros medios y los asesores del jefe máximo, Hassan Nasrallah.
Si bien sigue lanzando cohetes contra Israel, la gran mayoría son de corto alcance y sólo golpean el norte del país vecino. Hasta ahora no recurrió a los misiles de precisión que le proveyó Irán.
Los medios israelíes, citando fuentes de inteligencia del país, señalan que es muy posible que no lo hayan hecho por recomendación del gobierno iraní.
Estados Unidos reforzó su flota en la región de Medio Oriente
Primero, porque si los disparan alertarían a Israel sobre su ubicación y tendrían una réplica inmediata de enorme potencia.
Segundo, porque Irán estima que Israel no ignorará el pedido de Estados Unidos de evitar una escalada hacia una guerra total en la región, y detendrá sus ataques en poco tiempo más.
Estados Unidos ha desplegado una fuerza de tareas en torno a un portaaviones en el Mediterráneo oriental, que se suma a otra que ya está estacionada cerca del estrecho de Ormuz, así como submarinos con misiles de crucero en la zona y una fuerza anfibia. Es una enorme fuerza disuasoria que Irán tiene en cuenta.
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