"¡Mi hija no!": asesinaron a balazos a otra influencer de 22 años en su casa
Su madre presenció el brutal crimen que estremece a Colombia, y se conocieron imágenes de las cámaras. Ocurrió a pocas horas del asesinato de una influencer mexicana.
La ciudad de Cúcuta, Colombia, fue escenario de un crimen brutal que dejó a una familia destruida y encendió nuevamente las alarmas sobre la violencia contra las mujeres. María José Estupiñán Sánchez, estudiante universitaria, modelo e influencer, fue asesinada a sangre fría el 15 de mayo por un hombre que se acercó a su domicilio simulando ser un repartidor.
El atacante le disparó en el rostro y el pecho en plena calle, y huyó del lugar sin llevarse pertenencias ni intercambiar palabra.
El crimen ocurrió apenas 48 horas después del asesinato de Valeria Márquez, influencer mexicana ejecutada en similares condiciones. Ambas jóvenes recibieron amenazas antes de morir y en los dos casos los atacantes se presentaron como mensajeros o repartidores. La escena del asesinato de Estupiñán quedó grabada por testigos, y el video recorrió las redes acompañado por un grito desgarrador: el de su madre, que presenció el crimen desde la puerta.
Las autoridades colombianas no descartan que se haya tratado de un feminicidio premeditado, vinculado a una reciente sentencia judicial favorable a la víctima en un caso de violencia intrafamiliar.
Una sentencia, una amenaza y un asesinato
María José tenía 22 años y cursaba el séptimo semestre de Comunicación Social en la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS). También trabajaba como modelo y gestionaba un emprendimiento de ropa deportiva y lencería en redes sociales, donde era conocida como “La Mona”. Su perfil público y su popularidad crecían, aunque en los últimos meses también había denunciado amenazas provenientes de su entorno personal.
Un día antes del crimen, la justicia condenó a su ex pareja a pagar una indemnización por agresiones físicas y psicológicas. El fallo fue considerado una victoria por el entorno de la joven, que había logrado probar años de maltrato. Esa sentencia puede haber sido el desencadenante del ataque. La Fiscalía investiga si existe una conexión directa entre el fallo judicial y el asesinato.
Además, se trata del segundo crimen con un modus operandi similar en menos de una semana. En ambos casos, las víctimas eran mujeres jóvenes, activas en redes sociales y denunciantes de situaciones de violencia. Los sicarios se acercaron a sus objetivos durante el día, en la vía pública, usando una supuesta entrega como coartada para sorprenderlas.
El impactantes video:
El estremecedor hecho quedó registrado en un video donde se escuchan los disparos, y el desgarrador grito de la madre de la víctima clamando desesperadamente: “¡Mi hija no!”.
Las redes estallaron pidiendo justicia
Luego del asesinato, las redes sociales se llenaron de mensajes exigiendo justicia y protección para las mujeres víctimas de violencia. El nombre de María José fue tendencia en Colombia, acompañado por etiquetas que reclamaban garantías para las denunciantes. Organizaciones feministas, referentes públicos y universidades se sumaron al pedido.
Desde la UFPS, su casa de estudios, publicaron un comunicado en el que expresaron su dolor por la pérdida de una estudiante “destacada, comprometida y valiente”, y solicitaron a las autoridades que el caso no quede impune. La comunidad universitaria se movilizó en señal de duelo y repudio frente a la violencia que sufrió su compañera.
La Defensoría del Pueblo confirmó que, en lo que va de 2025, ya se registraron más de 100 feminicidios en Colombia. Cada uno representa una historia truncada, muchas veces anunciada, y pone en evidencia la fragilidad de los mecanismos de prevención.
Un patrón de impunidad y silencio
Los organismos de derechos humanos vienen advirtiendo desde hace años que muchas mujeres asesinadas habían denunciado a sus agresores. En varios casos, incluso, contaban con medidas judiciales de protección que resultaron insuficientes. La ausencia de respuestas efectivas, sumada a un contexto de exposición digital, deja a muchas en situación de riesgo.
La investigación del crimen de María José se mantiene activa. La Policía analiza grabaciones de cámaras de seguridad, recolecta testimonios y reconstruye los últimos días de la víctima. El principal objetivo es identificar al responsable directo y determinar si actuó por encargo.
Mientras tanto, familiares, amigos y miles de personas piden lo mismo: justicia, memoria y protección real para quienes se animan a denunciar. El rostro de María José se suma al de muchas otras mujeres silenciadas a balazos, cuyas muertes podrían haberse evitado.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario