La dirigente de derecha logró el milagro de unir a la oposición contra Maduro. Hoy, María Corina Machado lidera masivas concentraciones.
María Corina Machado es una mujer conservadora, de derecha, y proviene de un sector acomodado de Venezuela. Pese a ello, hoy es la dirigente más popular y aclamada del país. Miles de personas, de todas las clases sociales, engrosan sus manifestaciones contra el chavismo, le piden que “cambie” el país, que los “salve”, si eso es posible.
A sus 56 años, María Corina despliega una energía política notable, y sin temores. Anda sin protección por las calles –su jefe de escoltas fue detenido por el gobierno-, camina entre la multitud y cruza los retenes militares saludando a los oficiales y soldados.
Promete destronar a Maduro y transformar el país. El candidato a presidente de su sector político es Edmundo González Urrutia, un diplomático de carrera, pero todos saben que el poder y la convocatoria son potestad de María, como la llaman a los gritos en las manifestaciones.
María Corina Machado, la dirigente con mayor convocatoria
Machado iba a ser candidata presidencial, pero Maduro se lo impidió con una artimaña judicial. Entonces ella decidió buscar otro camino y terminó conformando una alianza opositora.
González Urrutia dijo que si gana, le daría el cargo que ella pidiera. Pero María prefiere callar en este momento y no hablar de puestos políticos. Será un tema para debatir más adelante.
Es una dirigente conservadora, religiosa –anda siempre con un rosario colgando en el cuello-, que siempre mantiene la sonrisa. “María, ayúdanos”, le gritan los venezolanos cuando la ven pasar.
La transformación de Machado
María Corina, la mayor de cuatro hermanas, proviene de una familia empresarial dedicada a la siderúrgica y fue criada en ese ambiente elitista de Venezuela.
Se educó en un colegio católico de alcurnia en Caracas y luego ingresó a un internado en Wellesley, Massachusetts (Estados Unidos).
Se recibió de Ingeniera Industrial en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), para luego realizar una especialización en Finanzas del IESA.
Su madre, psicóloga, la condujo por un camino diferente cuando la convocó para trabajar en un hogar de niños abandonados.
Siempre manifestó una orientación política y económica liberal. Defiende la reducción del Estado y promueve el libre mercado y el emprendimiento propio como impulsores de riqueza y empleo.
Propugna la privatización de PDVSA, la petrolera estatal, entre otras empresas, y levanta la bandera de la lucha contra la corrupción, que tanto dañó a Venezuela.
Comenzó su actividad política en 2002 al fundar un grupo de defensa de los derechos de votantes llamado Súmate. Desde sus comienzos fue una antichavista declarada.
En 2010 llegó a la Asamblea Nacional como la diputada más votada. Desde allí enfrentó al gobierno de Hugo Chávez, sin mucha suerte.
Durante bastante tiempo estuvo en la periferia de la política porque para muchos era una dirigente muy conflictiva y muy conservadora. Se la tildaba de “sifrina” (término utilizado en Venezuela para calificar a alguien de clase alta.
En los últimos años fue cambiando hacia una posición moderada, aunque manteniendo su postura liberal. Ahora se muestra más templada, y popular, lo que le sirvió para aglutinar a sectores que buscan un cambio en Venezuela.
Gran convocatoria
En lo que va del año, construyó un poderoso movimiento social que alcanza masivas convocatorias en las empobrecidas ciudades de Venezuela.
La fuerte movilización de que logró Machado logró sacar de la apatía política que vivían los venezolanos tras el fracaso de Juan Guaidó, el presidente interino que respaldó Estados Unidos.
María Corina se puso al frente de la oposición cuando ya no quedaban alternativas, y consiguió capitalizar el descontento provocado por Maduro con la represión de las protestas, la detención de disidentes y la crisis económica que expulsó a casi 8 millones de venezolanos.
Ahora, los dirigentes de la oposición que antes la rechazaban la consideran una líder capaz de sumar los votos necesarios para derrotar a Maduro. Muchos, incluso, admiten que su movimiento es el más importante de las últimas décadas.
“El chavismo se aglutinó en torno a una propuesta ideológica para el país, mientras que el movimiento de María Corina gira en torno al hartazgo de la gente con el madurismo”, señala a The New York el exministro de Comunicaciones de Chávez, Andrés Izarra, quien ahora vive en el exilio.
En las manifestaciones, todos quieren acercarse a ella, tocarla, abrazarla. Ya no es más la “sifrina”. Ahora es la líder que promete reactivar la economía, terminar con la corrupción y permitir el regreso de miles de venezolanos.
Este domingo se sabrá hasta qué punto María Corina Machado cuenta con el respaldo popular y si es capaz de derrocar a un régimen que no quiere dejar el poder.
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