La niña fue sometida a dos cirugías de altísima complejidad al mismo tiempo, en un estado sensible. Sin embargo, el resultado fue bueno.
Catalina Garceran, la niña de 8 años que fue atropellada por un móvil de la policía en Plottier el pasado 20 de noviembre, fue sometida a dos operaciones de alta complejidad en el Hospital Castro Rendón.
Catalina iba a ser operada el martes, pero sufrió un paro cardíaco del que pudo ser reanimada. La niña también es afectada por una neumonía producto del daño que el accidente dejó en sus pulmones. Tras superar la situación, fue ingresada a quirófano y las operaciones fueron un éxito.
"Nosotros no sabemos qué pensar. Ayer, cuando escuchamos el parte del resultado de la cirugía, la verdad que escuchó todo el pasillo, mi familia, mis padres, mis hermanos", relató Paola Marifil, mamá de Catalina. "Yo pido un milagro desde el minuto uno, desde que ayudé a levantarla de la calle ese día. Este es un milagro más. Escuchar a los médicos que digan lo que dijeron. Qué hija valiente, qué hija fuerte que tenemos".
Los detalles de las cirugías de Catalina
Según el testimonio de su madre, las dos operaciones tuvieron que ser al mismo tiempo para remediar una lesión de altísima gravedad: la fractura de la primera vertebra de la columna, que ejerce presión en la médula espinal. Esto, sumado al daño que sufrió el cerebro, provocaron en Catalina un cuadro de hidrocefalia, es decir, la acumulación de líquido cefalorraquideo en su cabeza. Para aliviar esta secuela tuvo que colocársele una válvula de derivación.
"Cuando terminaron los neurocirujanos, le pusieron el halo chaleco, que es para sostenerle la cabeza y enderezarla para que no la movilice porque tiene fractura del cuello", detalló Paola.
"Es increíble que siga sobreviviendo", dijo. Según contó, los médicos que realizaron las operaciones a Catalina son especialistas con años de experiencia trabajando en distintos puntos del país y el exterior. Al momento de dar el parte, ellos afirmaron no haber visto antes un caso como el suyo en el país. Según los profesionales, es inédito que la niña resista lo que está resistiendo.
Paola expresó que la familia se está guardando algunos detalles médicos, tanto buenos como malos. "Ahora entiendo el pronóstico reservado que dicen tanto. Cuesta decir lo que tiene, porque es como que uno decretara que lo tiene. Y yo desearía que mi hija no esté pasando por eso. Yo quiero dar buenas noticias. Por eso doy buenas noticias", dijo.
La esperanza y el alivio durante en medio del dolor permanente
Respecto a la naturaleza de las cirugías que a las que fue sometida, afirmó que "es riesgo-beneficio todo el tiempo. Si no la operamos, está en riesgo; y si la operamos, está en riesgo. No sale del riesgo. Todavía no. Pero al menos estas noticias te dan un alivio a este dolor permanente".
Como forma para aliviar a Joaquín y Julieta, los hermanos de Catalina, que se derrumbaron al verla en su estado, Paola les dijo que ella no está sufriendo dentro de su cuerpo: "yo estoy completamente segura que no está, Cata no está en este cuerpo. Cata anda deambulando por acá, que nos está mirando, dándonos calma". Sin embargo, contó que internamente también pensó: "Dios santo no permita que estés en este cuerpo".
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