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La Mañana China

Cuentos chinos

Massa viajó esta semana a Beijing en busca fondos frescos para sostener las reservas del Banco Central. Hubo pocos anuncios concretos y todos atados a un acuerdo con el FMI. El ministro espera una señal del kirchnerismo para sellar una fórmula de unidad en las próximas elecciones. Se vienen días de arduas negociaciones.

Los acuerdos comerciales entre China y Argentina siempre tuvieron sinsabores.

La historia nos recuerda que, hace poco menos de dos décadas, fue el presidente Néstor Kirchner y el mandatario Hu Jintao, quienes firmaron en Buenos Aires un pacto en el que se proponían importantes inversiones.

Desde el Gobierno Nacional -unos días antes de la llegada del Premier chino a nuestras tierras- transcendió que el acuerdo preveía inversiones por 20.000 millones de dólares. Kirchner aseguraba que el ambicioso “mega-plan” sería para obras de infraestructura en áreas tan amplias como energía, caminos, viviendas, ferrocarriles (incluyendo un tren de alta velocidad Buenos Aires-Rosario-Córdoba), turismo y telecomunicaciones.

Sin embargo, el anuncio quedó restringido a una mera carta de intención. La promesa comunicada por la Casa Rosada era de una inversión en proyectos que nunca se realizaron. Un cuento chino, terminó por admitir, años después, el entonces viceministro de Comunicaciones del país asiático, Qian Xiaoquian. Fue uno de los primeros grandes relatos que impulsó el Gobierno Nacional y lo mantuvo en la agenda de todos los argentinos por varios meses.

Trasladándonos a estos días, parte importante de la política argentina asistió esta semana a múltiples reuniones en Beijing, con el ministro de Economía, Sergio Massa, a la cabeza de la delegación.

El viaje de la comitiva del Gobierno a China fue excesivamente original, extraño o, para definirlo de una forma sencilla, se apartó de aquellos tradicionales periplos que organizaba Cancillería.

Hubo una clara desproporción entre el número de funcionarios que participaron, las expectativas que existían sobre las negociaciones y los logros finalmente obtenidos. Para muchos analistas, el ministro Massa en esta nueva travesía se probó el traje de presidente de todos los argentinos. Se lo vio moviéndose como todo un primer mandatario; daba órdenes, exigía información y posaba con cada funcionario chino que se le acercaba. Siempre sonriente, como lo conocemos desde estas latitudes, y seguido de cerca por el exótico embajador Sabino Vaca Narvaja.

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El ministro junto al embajador Vaca Narvaja. Optimismo previo a las reuniones con funcionarios chinos.

El ministro junto al embajador Vaca Narvaja. Optimismo previo a las reuniones con funcionarios chinos.

Pero terminada la jornada laboral, Massa volvía a sumergirse en uno de los problemas que puede afectar su futuro político: la falta de dólares que sufre la economía argentina.

En esta gira, el ministro de Economía no logró todavía una respuesta positiva por parte del Banco de Desarrollo que conforman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) a sus necesidades de fondos frescos para poder alimentar las alicaídas reservas del Banco Central (BCRA).

Sin embargo, habría conseguido un favorable acuerdo con las autoridades chinas: la renovación del swap por 19.000 millones de dólares y créditos por 3.000 millones de dólares destinados a obras de infraestructura. El interés de China por Argentina, en su ofensiva de ocupar mayores posiciones de relevancia en América Latina, quedó ratificado también por la decisión del régimen de ampliar de 5.000 a 10.000 millones el uso de libre disponibilidad del swap para profundizar el intercambio comercial e intervenir el mercado cambiario ante una posible corrida. Si bien es un transitorio alivio para las arcas del BCRA, es clave para lograr el éxito del “Plan llegar” que está aplicando Massa.

Los anuncios lejos están de mejorar el escenario económico del país. La inflación proyectada para mayo se ubicará en torno al 9%, los salarios siguen siendo dinamitados por la aceleración de los precios y la pobreza continuará golpeando con angustia al 50% de las familias argentinas.

Lamentablemente, tras los grandes anuncios desde China, la realidad argentina poco cambiara. Solo el sistema financiero es el que saldría beneficiado, ya que volvería a tener disponibilidad de dólares “baratos” con la posibilidad del Banco Central de intervenir el mercado.

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Distensión entre los funcionarios. Massa y Pesce lograron renovar y ampliar el swap con China.

Distensión entre los funcionarios. Massa y Pesce lograron renovar y ampliar el swap con China.

Mientras tanto, el cepo sigue ajustándose. Por un lado, el BCRA anunció a los gobernadores que deberán afrontar parte de las deudas nominadas en moneda extranjera con sus propios dólares. De esta manera, Miguel Ángel Pesce pone otro freno a la fuga de divisas que jaquea las reservas y tensa el mercado de cambio. Por otro lado, la entidad financiera madre comunicó a los importadores que posterga la cancelación de divisas hasta 210 días de realizado el pedido de operación, por lo que todo pago de divisas en el comercio exterior pasa para la gestión del próximo Gobierno.

Resumiendo: pocos de los dólares logrados en China terminarán en la producción o en manos de las Provincias para cancelar sus deudas.

Días de definiciones políticas

La insistencia del embajador Daniel Scioli y la ministra Victoria Tolosa Paz de participar en las próximas elecciones de agosto para definir candidatos dentro del peronismo, alteró la precaria armonía de Sergio Massa y Máximo Kirchner, en el viaje a China.

“Ir a una PASO debilita al Frente de Todos”, confesó esta semana un alto funcionario de Economía de la la Nación, que prefirió mantenerse en el anonimato. “Sergio (Massa) está convencido de ello. Si se presentan varios candidatos los porcentajes de votos individuales en las PASO serán muy bajos y esto puede aumentar las posibilidades de quedar fuera del balotaje”, confió la fuente.

Lo que está buscando tanto Massa como Máximo Kirchner es llegar con un candidato de unidad y no ir a una interna porque, esta opción, terminaría desangrando al oficialismo.

Llegado a Buenos Aires, el ministro de Economía enfrenta unos días bastantes complicados, a parte del frente económico que no cede. Massa debe viajar a Washington para reunirse con las autoridades del FMI, pero antes, el 10 de junio, participará como orador principal del Congreso del Frente Renovador, donde se tendrá que definir si continua como una fuerza asociada al Frente de Todos (FdT).

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¿Acuerdo Massa-Máximo para sortear las PASO con una fórmula de unidad?

¿Acuerdo Massa-Máximo para sortear las PASO con una fórmula de unidad?

Massa intentará forzar alguna señal de Máximo o Cristina que permite anticipar que no habrá PASO y que él estaría en la formula de consenso. Espera que esta señal llegue antes del sábado 10 para que lo pueda anunciar en el Congreso de su partido. Sería un fuerte argumento para que el Frente Renovador continué dentro de la alianza oficial, ya que el cierre de listas son 72 horas hábiles después.

Puede que no haya definición y Massa juegue a continuar dentro de FdT con el compromiso -hay que ver si se cumple- de llegar a estar presente en una formula de consenso. Clave aquí será la negociación con el Kirchnerismo, ya que parte del espectro de izquierda ya impulsó a la presidencia al actual ministro del Interior, Wado de Pedro, y lejos pareciera estar de ceder en esta posición.

La agenda de Massa continua en Washington y no es para nada liviana. Aquí también las conversaciones deberían intentar llegar a buen puerto con el organismo internacional -dando continuidad al acuerdo existente o con la llegada de uno nuevo- ya que el reciente anuncio de ampliación del swap de China está atado a la continuidad de un contrato formal con el FMI.

Días movidos para el ministro Massa.

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