Discursos que prenden mecha

El Ministerio Público Fiscal, finalmente, tendrá que tomar cartas en el asunto respecto de los episodios de violencia escolar ocurridos en dos secundarias de esta capital. Es porque el Consejo Provincial de Educación (CPE), según se anunció, radicará una denuncia para que la Justicia intervenga en una problemática que viene acentuándose en Neuquén.

Padres que ingresan raudamente a agredir a estudiantes en el interior de los establecimientos y docentes golpeados por intentar apaciguar la iracundia parecen trasladar al ámbito educativo métodos de dirimir diferencias que también vienen en ascenso a nivel social, aunque también político.

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Un patrullero frente al edificio del CPEM 54 de Neuquén.

Archivo.

Al CPE y a los educadores, el problema los supera, tal vez, porque tienen que lidiar con un mar de fondo que, basta solamente con observar el nivel de virulencia que ejercen algunos candidatos en la actual campaña, alcanza para identificar algunos indicadores del fenómeno.

Frases como “dinamitar”, “eliminar”, “borrar”, “motosierra” exacerban o detonan, como caldo de cultivo, los modos de proceder con discursos y gestos similares a los que se pudieron ver en los episodios de los colegios neuquinos.

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Por más empeño que traten de imprimir la Justicia, las autoridades educativas y los docentes, parece difícil que se ponga coto a procedimientos análogos a los que marcan el pulso cotidianamente los medios de comunicación y los discursos proselitistas.

De momento, son solamente un puñado de colegios los que han visibilizado la problemática; no obstante, en el ámbito educativo, se reconoce que las circunstancias no son nuevas, solo que parecen haber sido azudas por una violencia que, arriba, crece irracional y peligrosamente.