El 1° de diciembre de 2016 el Concejo Deliberante prohibió todo tipo de concursos de belleza en la capital.
Hace siete años, y luego de un intenso debate sobre qué parámetros se aplicaban sobre la belleza y la estereotipación de la mujer, la ciudad de Neuquén prohibió la realización de este tipo de concursos. Lo hizo a través de una ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante de la capital a través del cual dejaba atrás los tradicionales certámenes donde varias jóvenes se postulaban para convertirse en reinas o princesas.
En su reemplazo, se creaba la elección de jóvenes destacados en los ámbitos de la cultura, el deporte y la actividad académica e intelectual. La ordenanza obtuvo el apoyo del MPN, Libres del Sur y Propuesta Ciudadana; la concejal del ARI, Karina Montecinos, se ausentó del recinto y los concejales del NCN-PRO y el FyPN estuvieron en contra.
Para Fernando Schpoliansky (UNE-Neuquén Puede), la elección de la reina de la ciudad de Neuquén constituía un acto discriminatorio y de cosificación de la mujer que vulneraba la legislación internacional, nacional y provincial.
El concejal destacó entonces la importancia de esta ordenanza ya que consideró que hasta el momento en estos certámenes se considera a la mujer desde “parámetros estéticos, hegemónicos estereotipados y tiránicos, donde son medidas y clasificadas según volúmenes corporales, estado civil, no tener hijos, con el fin de complacer la mirada masculina, que no sólo observa sino que juzga, controla y califica”.
Francisco Sánchez (NCN-PRO) aclaró en aquella sesión que estaba en contra de las prohibiciones y de este tipo de ordenanzas que “limitan”. Defendió la tradicional elección de la reina local y aseguró que las chicas que participan “no son tratadas como cosas”, sino que reciben un “trato humano y fraternal”.
“Si las mujeres de Neuquén deciden no ir a un concurso, que lo decidan ellas. No podemos ir en contra de la naturaleza. Si a la mujer le tocó ser linda, es así”, dijo por su parte Luis Durán, Concejal del FyPN.
Por su parte, la concejal María Eugenia Ferraresso (MPN) destacó que en este caso “sí” era necesario utilizar la palabra prohibir. “La elección de la reina es un acto de discriminación y cosificación de la mujer que inexorablemente conlleva a la vulneración de normas superiores tendientes a erradicar la violencia hacia las mujeres. No podemos permitir que se sigan subiendo a las pasarelas para que un grupo de personas decida cuál es el patrón de belleza para la ciudad”.
En tanto, la concejal Mercedes Lamarca (Libres del Sur) consideró que no se trataba de una medida que prohibía, sino de instalar nuevos modelos en forma positiva. “Muchas veces nos aferramos en un sentido conservador a mantener tradiciones, pero no siempre las tradiciones son buenas”, afirmó.
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