En los grupos de redes sociales comenzaron a circular advertencias sobre la preocupación que genera este hombre que recorre las calles de la ciudad.
En los tiempos que corren, cada vez es menos común toparse con un afilador de cuchillos ambulante. Esta profesión, casi extinta, sobrevive gracias a unos pocos que aún continúan recorriendo los barrios de la ciudad. Sin embargo, lo que puede parecer un oficio tradicional, se convirtió en una pesadilla para algunos vecinos de Neuquén, que aseguran haber sido estafados.
No es novedad la "viveza" de algunos afiladores de cuchillos, que manchando el buen nombre y la reputación de un trabajo que supo ser muy popular, se aprovechan de la gente que actúa de buena fe al contratar sus servicios y terminan por pedir más dinero del pautado.
Hace algunos días, volvió a resurgir la polémica luego de que varios integrantes del grupo de Facebook "Clasificados B°Confluencia y alrededores NQN", compartieran sus experiencias con un afilador. Según los relatos de las víctimas, el hombre ofrecía sus servicios por determinado monto, pero terminaba cobrándoles un precio exorbitante.
Una secuencia que se repite
La primer advertencia, fue dada el viernes pasado por una vecina de nombre Florencia, quien quiso evitar que otras personas sigan cayendo en los engaños. "Hola gente, tengan cuidado con el chico que anda afilando cuchillos en el barrio, que le diga bien el precio porque me cobro cuatro afiladas por 120 mil pesos", inicia la publicación.
"Yo me sentí estafada la verdad no sé, él se victimiza porque es su trabajo pero a mi también me cuesta y no esta bueno que tire un precio y te salga con esto. Lamentablemente por gente así ya no dan ganas de ayudar a los que andan vendiendo casa por casa", agregó la mujer.
Rápidamente, decenas de usuarios se sumaron en los comentarios para contar experiencias similares. "Ese señor tiene esa costumbre, ya había sido escrachado por ese motivo te dice un precio y cuando le vas a pagar te sale con otro monto", expresó una vecina, mientras que un hombre comentó que en su caso la situación rozó el límite de la violencia: "con mí suegra quiso hacer lo mismo, no sé si es el mismo anduvo por Villa Farrel, dijo un precio y después quería más. Así que le dije acepta este dinero, por qué vos dijiste un precio y ahora lo cambiaste, no quería irse, casi me voy a las manos".
"Siempre hicieron lo mismo en toda la argentina debe ser algo que se transmite de generación en generación", reflexionó otro usuario, mientras que no faltó quien aprovechó la ocasión para hacer negocios y ofrecer sus propios productos: "Yo vendo nuevos a 30mil la caja!".
En tanto la mayoría de los comentarios mostraban indignación por esta practica, al parecer muy recurrente, muchos otros cuestionaron que la mujer no debería haber pagado más de lo acordado inicialmente.
En pocas horas, el afilador volvió a atacar
A pesar del intento de prevenir a la comunidad, al día siguiente otra vecina anunció que casi cae en las manos del estafador. "NI SE LES OCURRA ABRIRLE LA PUERTA", advirtió la vecina.
"A MI ME QUISO RECONTRA ESTAFAR SACANDOME MEDIO MILLON DE PESOS POR AFILAR TRES TIJERAS. NI LE ABRAN PORQUE ES MUY MANIPULADOR!!!! MOROCHO, FLACO, PELO RAPADO, CON UN ARITO CON UNA CRUZ EN LA OREJA DERECHA. SE HACE LLAMAR ELIO. ABAJO DEJO SUS DATOS!", describió.
En la publicación, seguido de su descargo, compartió una captura de pantalla en la que se puede ver el nombre y apellido del hombre, confiando en que de esta manera, podrá evitar que el afilador siga repitiendo su cuestionable accionar.
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