El presidente de NeuquénTur dijo a LMN que el nivel de ocupación bajó entre dos y tres puntos. "La gente mira precios, camina y compara" explicó.
El turismo en la cordillera muestra algunos números de merma, sobre todo en la ocupación, que cayó entre dos y tres puntos en este primer tramo de enero, -comparado con el año pasado- pese a las medidas económicas de shock que tomó el gobierno de Javier Milei. El precio de la nafta también influye.
“La gente recorre y busca precios. Se volcó de manera espontánea para buscar alojamiento”, dijo a LM Neuquén Sergio Sciacchitano, presidente de NeuquenTur.
La merma en la ocupación en la cordillera tiene un correlato con las reservas, que este año fue de un 10% menos para las fiestas y los primeros días de enero.
Es decir que el impacto, pese a la devaluación, los aumentos de precios en los alimentos y el clima de incertidumbre económico, no hizo una mella importante en el sector turístico consolidado de San Martín de los Andes y Villa La Angostura.
En otras ciudades de destino turístico del país, sobre todo Mar del Plata o Las Grutas, el impacto fue enorme. Pese a ello, se vive un clima de cautela en la cordillera, y el turista recorre, mira precios, pregunta y luego compra.
Turismo: caminar y buscar precios
“Estamos viendo una leve merma en las reservas en relación al año pasado. El público que viene a la cordillera y a la provincia tiene la característica de reservas tempranas y ahora están retrasadas”, sostuvo el flamante funcionario.
El nivel de ocupación en las dos localidades más importantes de la cordillera es de un 75%, apenas por debajo del año pasado que llegó al 77% y 80%.
Sciacchitano indicó que casi todas las reservas hoteleras y de alojamientos registrados se terminan efectivizando y que los precios se mantuvieron estables en ese segmento.
El presidente de NeuquenTur informó que, como todos los años, hay un turismo muy grande proveniente de provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero también el valletano, que hace entre tres y cuatro noches.
“Hay un público chileno también, pero ese está más enfocado a venir en febrero, por un tema de ferias judiciales y también por la cuestión cambiaria, que sigue siendo favorable”, explicó.
Sciacchitano dijo que por lo general, el público de otras provincias tiende a hacer reservas que se efectivizan, y que este año en particular se vio a familias del Alto Valle que acuden sin reservas, y de manera informal para hallar alojamientos a buen precio.
En ese sentido, subrayó que San Martín de los Andes tiene alrededor de 6.500 plazas registradas disponibles, pero que el total es de 12.000. Es decir, que el 50% de las plazas no están registradas y están dentro de la órbita de la informalidad.
En cambio, en Villa La Angostura hay unas 5.000 plazas registradas disponibles, muchas de ellas incorporadas recientemente al padrón.
Alojamento informal: precios y competencias
“Por lo general en verano la gente tiende a reservar porque es complicado encontrar disponibilidad. Ahora el perfil de turista, que sabe que hay disponibilidad, se vuelca a los distintos alojamientos, buscando precios y calidad. Va a los hoteles y empieza a buscar valores”, dijo.
El promedio de noches por persona es entre 3 y 4 en esta época del año, ya que las dos localidades más importantes de la cordillera, que toma como base y punto de partida a otros recorridos turísticos.
“Por lo que uno ve, hay mucha búsqueda de precios, la gente va y recorre, para optimizar el recurso que tiene. La verdad es que estamos conformes, porque a niveles de ocupación estamos dos o tres puntos por debajo de la temporada pasada”, dijo Sciacchitano.
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