La inflación dejó en el recuerdo al billete con la cara de Evita o el General Roca. Nada, o casi nada se puede comprar hasta en un kiosco con el histórico papel.
El billete de 100 pesos ha quedado tan obsoleto, que ya pasó a ser un recuerdo por la inflación. Una reliquia, una fotografía del paso del tiempo y de las penas de la economía argentina, que ve transitar generaciones con papeles pintados.
El billete tiene más valor en sí, que lo que se puede comprar con esa moneda de color violeta que tiene estampada la cara de Evita o del General Roca.
La inflación de enero, del 20,4% en el país y del 25,4% en Neuquén no sólo pulveriza el poder de compra, los sueldos y el costo de vida, sino que manda a un segundo plano al dinero en efectivo.
Cada mes, la pregunta, a modo de chiste y resignación es siempre la misma. ¿Qué se puede comprar hoy con 100 pesos? Prácticamente nada.
“Tenés para elegir un chupetín o dos caramelos masticables baratos”, lanzó el kiosquero, entre las risas de algunos clientes de paso.
En la salida de la convertibilidad, cuando el peso se devaluó un 300% a principios de 2002, con la caída del gobierno de Fernando De la Rua, el poder de compra, también se desplomó como en el “Rodrigazo” de 1975.
Pero el billete de 100 pesos estaba dolarizado en los ‘90, y rendía con una estabilidad ficticia, en un mundo sin inflación, que recuerdan algunas generaciones.
Hubo un piso mínimo de salarios de 200 dólares (200 pesos) pero también sueldos de 1840 dólares, según publicó el economista de FMyA, Fernando Marull, en un historial de 50 años de evolución del salario argentino en dólares.
Inflación: el dinero digital
En esa época, se pagaban los planes sociales, que rondaban los 150 pesos, y el billete parecía rendir todo el mes y era de gran ayuda para los sectores más vulnerables.
Hoy el peso perdió poder de compra, y el billete de 100 no es más que un vuelto para los que usan efectivo, en un mundo de transferencias, criptomonedas y billeteras virtuales, que parecen esconder el escándalo de un papel que quedó en el recuerdo.
La inflación no para y ya registró un 7,5 en las primeras dos semanas de febrero
La inflación de alimentos registra un incremento acumulado en las dos primeras semanas de febrero del 7,5% en coincidencia con las estimaciones del Gobierno que marcan un sendero de baja de los precios. Se espera que para este mes el Indice de Precios al Consumidor registre una suba del orden del 15% o algo menor.
En la segunda semana de febrero el costo de vida asociado a los alimentos creció 4% respecto de la semana anterior, la que a su vez había tenido un incremento del 3,5%. En las últimas cuatro semanas en promedio la inflación de la canasta alimentaria fue del 11,9%.
La inflación de alimentos volvió a mostrar algo que podría parecer una paradoja, pero que en realidad deja en evidencia el menor arrastre estadístico de enero para el mes en curso. Por segunda vez subió la medición semanal y, al mismo tiempo, bajó la mensual.
El 11,9% representa el menor aumento mensual desde la primera semana de diciembre, aunque el repunte de la inflación punta a punta podría anticipar un quiebre en la tendencia descendente iniciada hace cinco semanas.
La evolución de los precios en la semana mostró a cinco rubros por encima del 4% promedio y otros tantos debajo de esa marca. Entre los primeros estuvieron Frutas (12,64%), Bebidas e infusiones para consumir en el hogar (8,89%), Condimentos y otros productos alimenticios (5,42%), Verduras (4,72%) y Carnes (4,02%), mientras que abajo del nivel general se anotaron Azúcar, miel, dulces y cacao (3,27%), Productos lácteos y huevos (1,75%), Productos de panificación, cereales y pastas (1,52%), Aceites (1,01%) y Comidas listas para llevar (-0,90%).
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