Qué impactos tiene el DNU sobre los medicamentos y cómo puede afectar a la población

“Los medicamentos son herramientas eficaces para proteger la salud. Sin embargo, cuando se prescriben erróneamente, se toman de forma incorrecta o son de mala calidad pueden causar graves daños, y nadie debería sufrir daños derivados de la atención médica", expresó Marcela Fontana, farmacéutica hospitalaria y docente de la cátedra Farmacología de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y de la Universidad de Mendoza, en relación a los cambios desfavorables que modifican el marco normativo que se incluye en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del gobierno del presidente Javier Milei.

Distintos sectores farmacéuticos y asociaciones médicas manifestaron un fuerte reclamo por la implementación de cambios que introduce el DNU y afectan al sector farmacéutico como la posibilidad de que los medicamentos denominados de venta libre y de especialidades farmacéuticas puedan ser vendidos fuera de las farmacias. Además el DNU propone que las farmacias funcionen sin profesionales farmacéuticos para realizar y controlar las dispensas y por otra parte que éstos podrían ejercer la dirección técnica de más de una farmacia aún sin estar presentes, lo que implica que las ventas de medicamentos podrían efectuarse por auxiliares de despacho.

La farmacéutica de reconocida trayectoria en el sistema público de Salud de Neuquén sostuvo en diálogo con LMNeuquén que existen consideraciones mínimas irrenunciables en relación al medicamento "como 'bien social', como tecnología sanitaria y condiciones que garantizan el uso adecuado de los mismos para un sistema de salud centrado en el paciente, lo que es diametralmente opuesto a lo que se plantea con las modificaciones del DNU”.

De ahora en más, este tipo de medicamentos únicamente se pueden vender a través de una receta archivada.

La investigadora indicó que se estima que 4 de cada 10 pacientes sufren eventos adversos con daño efectivo durante la atención primaria y ambulatoria, los cuales poseen una alta posibilidad de prevención. “En promedio, un 80 por ciento de estos daños son prevenibles. La mitad de estos se debe a errores con medicamentos y como consecuencia una gran parte de los daños sufridos son graves e incluso potencialmente mortales”, precisó. Fontana agregó que “estos se encuentran entre las mayores causas de lesión y daño evitable en el entorno sanitario; mundialmente se asocian a 42.000 millones de dólares anuales de costo”.

La farmacéutica neuquina señaló que la posibilidad de que estos eventos adversos sean prevenibles en una alta proporción “solo es posible cuando los medicamentos se manejan en un ámbito de cuidado, con barrera que impidan un uso irracional, inadecuado o abusivo”.

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En relación a la prescripción o autoconsumo, aunque la elección del fármaco sea adecuada, Fontana explicó que los pacientes que son expuestos a estas situaciones "pueden sufrir un resultado inesperado o bien insuficiente". Aclaró que la respuesta terapéutica no necesariamente es uniforme, ya que cada interacción individuo-medicamento tendrá una situación singular, influida por varias razones ya que cuando se trata de medicamentos no pueden soslayarse diversas cuestiones. Entre las que mencionó que "cada medicamento puede implicar diferentes riesgos y generar daños, asimismo, cada individuo puede comportarse diferente al ser expuesto a un medicamento respecto a otros”. Agregó que "prever esto, interpretarlo y mitigarlo oportunamente, requiere de la cercanía de pacientes a profesionales de la salud con conocimientos específicos que midan cada situación, para lo cual , el medicamento debe manejarse cuidadosamente en un contexto meramente sanitario”.

Otra cuestión a tener en cuenta, según la especialista, es la garantía de que los medicamentos sean conservados y acondicionados de forma adecuada durante todo el ciclo de vida del producto. “Esto requiere de capacidades especificas siendo los únicos profesionales competentes los farmacéuticos y farmacéuticas, quienes poseen una formación universitaria en ciencias farmacéuticas”. Por otra parte, explicó que los profesionales sanitarios “trabajan en red condición necesaria para minimizar la tasa de eventos adversos originados por la atención sanitaria insegura, probablemente una de las diez causas principales de muerte y discapacidad en el mundo”.

Por último, Fontana señaló que “si se observa el valor de la actuación farmacéutica en relación a las variables económicas, sanitarias , sociales, emocionales y psicológicas que puede tener un paciente afectado innecesariamente por problemas relacionados a la farmacoterapia, es obvia la necesidad de desestimar los cambios que implica el decreto que propone el gobierno nacional”.