La innovadora propuesta gastronómica fue presentada por el reconocido chef “Moncho Cocina” en el marco de la tercera edición de la fiesta provincial del mote. Además, se vendieron mil kilos de este tradicional alimento regional.
Los usos, costumbres y tradiciones milenarias del norte neuquino forman parte del patrimonio inmaterial de este territorio cargado de cultura y un sentido de pertenencia indescriptible. Hombres y mujeres a través de generaciones se fueron traspasando la esencia y los secretos del campo, de las historias de vida, de la gastronomía, de la música y de las festividades del Alto Neuquén. En esa “vidriera de ritos” ancestrales aparece el mote, un alimento a base de trigo que se cocina con cenizas y luego se consume acompañado de agua fresca y azúcar. Esta es la historia de esta exquisitez que acompañó y acompaña la vida de todos los habitantes de la región.
Para revalorizar este “postre artesanal”, la comunidad de Huinganco todos los años lleva adelante la Fiesta Provincial del Mote. Este año, a diferencia de años anteriores, se realizó el primer fin de semana de 2025 y con ella se inició oficialmente el calendario de fiestas populares en la región Norte del Neuquén. Fue un verdadero éxito en calidad, cantidad y diversidad de propuestas gastronómicas, culturales, musicales y las infaltables jineteadas.
Sin dudas, todas las miradas y paladares se inclinaron por la innovadora propuesta gastronómica que presentó en sociedad el asador y cocinero patagónico Ramón Vázquez, reconocido internacionalmente como “Moncho Cocina”. Su plato mezcló magistralmente los sabores ácidos y dulces. Se trató de riñones de chivito de origen con mote. Una verdadera delicia.
Riñones de chivito con mote
A modo de presentación el emblemático chef suele decir: “Soy Ramón Vázquez, pero todos me conocen por “Moncho”. Nací en Chos Malal y llevo la calidez y la cocina de mi tierra por donde vaya”. Es así que en su stand gastronómico montado en la Fiesta del Mote (en forma conjunta con Crispa Comidas Gastronómicas de la ciudad de Zapala) presentó su oferta de productos como las tradicionales tortas fritas, empanadas caseras, chivito al asador, cazuelas, estofados y un sinnúmero de exquisiteces de la zona. En ese contexto “apareció” el plato de riñones de chivito con mote.
En contacto con LMNeuquén contó de qué se trató esta preparación culinaria que se llevó todos los aplausos. “La idea mía fue utilizar una de las partes más codiciadas del chivito al asador que son los riñoncitos. Fue así que sacamos dos riñones, solamente eso, sin ningún otro corte de chivito y lo acompañé con un pebre que tenía una mezcla de pimienta, ajo, perejil y vinagre”, detalló “Moncho Cocina”. A continuación agregó que “y como estábamos en la fiesta del mote tratamos de darle un sabor distinto y justamente le agregamos mote a la preparación”.
También indicó que “es una mezcla de sabores agridulces ya que el trigo tienen una sabor particular y bueno la apuesta era jugar un poco con la fusión con el pebre”. Al ser consultado si la preparación ya tenía nombre cerró diciendo que “esto surgió acá para de alguna manera hacerle homenaje al mote que ha formado siempre parte de nuestras vidas y como el plato está en fase de exploración aún no ha sido bautizado”.
Se vendieron mil kilos de mote
Por su parte el intendente de Huinganco, Luis Sepúlveda, se mostró entusiasmado por los excelentes resultados que arrojó la tercera edición provincial de la principal fiesta popular de su localidad que, turísticamente es conocida como el “Jardín del Neuquén”. Al respecto el jefe comunal indicó que “nos sentimos orgullosos de ser huinganquinos y por saber mantener en comunidad nuestra idiosincrasia, nuestra cultura y tradiciones a través de los sabores únicos de nuestra gastronomía, de la danza, la música y el talento innegable de nuestros emprendedores locales y regionales”.
En cuanto la significación del mote en la cultura del norte neuquino, el mandatario indicó que “para nosotros significa mucho. Nosotros hemos podido criarnos con el mote formando parte de nuestra alimentación. Era nuestro postre porque cuando llegábamos con mis hermanos más grandes del campo o de la escuela mi mamá siempre nos esperaba con agua fresca y un buen poco de mote. Esa costumbre se multiplicó en todas las familias de la zona norte, en especial entre los crianceros”.
En el tren del éxito del festival, Sepúlveda ponderó que todos los emprendedores “moteros” y “moteras” pudieron vender en su totalidad la cantidad del tradicional insumo que habían preparado pacientemente. “Con grata sorpresa y felicidad puede decir que se han vendido más de 1000 kg de mote, lo que demuestra la vigencia y la elección que hace la gente por este producto regional y tradicional. Feliz también por ver a jóvenes vendiendo mote y por ver a chicos y grandes disfrutar de esta exquisitez tan propia de nuestra región”.
Hablando de la continuidad de la fiesta en los años futuros, el intendente adelantó que “no solamente hemos quedado con hacer el mote, sino que este año hemos sembrado trigo en una chacra municipal a través de un convenio con un privado. Queremos hacer todo el proceso si Dios quiere del corte del trigo, la inigualable trilla para sí posteriormente poder hacer el ñaco y el mote que es lo que nosotros estamos empeñados en rescatar esta cultura patrimonial intergeneracional”.
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