Diciembre es un mes difícil, más en Neuquén con un cambio de gestión que dice que revisará gastos, sueldos y encasillamientos. ¿Podrá hacerlo Rolando Figueroa?
Diciembre es un mes de una verdadera carnicería humana en las dependencias del Estado. Los anuncios de alta inflación y posible revisión de sueldos de plantas permanentes y de la política por parte del gobernador Rolando Figueroa, generó una incertidumbre en un grupo de estatales, a pocos días de las fiestas.
La cuenta es sencilla y se produce cada vez que se suspenden las plantas políticas en las transiciones de gobierno. Los que ocupaban cargos de directores, subsecretarios o lugares de coordinación, podrían volver a los de bases con menos sueldo, y con la inflación a cuestas. Es un barajar y dar de nuevo, en un contexto de crisis.
El Estado neuquino es enorme y llevará meses revisar gastos, si es que hay voluntad política. El año pasado, se aprobó la ley 3374 que otorga un régimen especial de remuneraciones a 11 organismos del estado, para encuadrar a profesionales. Una idea que en su momento generó bronca. ¿Por qué algunas áreas de gobierno tienen más privilegios que otras?
Este nuevo encasillamiento del personal se aprobó el 23 de mayo pasado mediante el decreto 984/23, pero sin el acuerdo de los ministros. Solo dos firmaron (Sebastián González y Guillermos Pons) y el resto pegó el portazo en una discusión fuerte dentro del gabinete del ex gobernador Omar Gutiérrez.
Aún no se sabe si Figueroa dará marcha atrás con esta ley, pesada, donde dentro de los archivos encriptados (hay que acceder a informes que remiten a CUIL de personas) hay de todo. Es una decisión política atada a una fina calibración legal y administrativa, que sólo muy pocos expertos en la provincia pueden dar en la tecla.
Además, porque dentro de los listados hay personas que han llegado acuerdos políticos para ser encasillados con un sueldo que duplica al del resto de la administración pública. Abogados, contadores, y hasta auxiliares y personal de mesa de entrada que por el solo hecho de trabajar en uno de esos 11 organismo de contralor y de responsabilidad financiera, cobran más que otros.
Dicen que en esta nueva casta de “sueldos VIP”, hay de todo y no precisamente empleados de esos 11 organismos selectos, sino de otras dependencias, que pidieron el pase al Ministerio de Economía (con varias de sus subsecretarías) para poder recibir remuneraciones millonarias. Es decir, se pasaron de una planta del estado a otra. Pero no todos pudieron hacerlo, sin el aval político de algún ministro.
En este fin de año se abrió una caja de pandora imparable, donde la promesa de revisar se puede chocar contra rancios compromisos políticos, que Figueroa bien debe conocer por su tradición dentro del MPN. Y el fantasma del recorte aparece con los anticuerpos de los privilegios, que en Neuquén, nadie quiere tocarlos.
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