El gobierno provincial venía surfeando una ola muy compleja, entre el pedido de Nación y las demandas de los gremios locales. ¿Qué pasará en adelante?
El acuerdo alcanzado entre ATEN y el gobierno provincial no implica, como se intentó instalar en las primeras lecturas, una ruptura del esquema salarial que Neuquén venía sosteniendo con los gremios estatales. Tampoco desarma la estrategia oficial. Por el contrario, confirma una forma de administrar el conflicto que ya tiene antecedentes conocidos: es la de negociar, estirar los tiempos y, si hace falta, cerrar cualquier discusión por decreto.
El gobierno provincial venía surfeando una ola muy compleja. Por un lado, el pedido implícito de Nación de sostener una pauta salarial cercana al 10% para 2026, porque ya había antecedentes que del gobierno de Javier Milei se había metido en las discusiones de los organismos nacionales y, además, en las paritarias del sector privado. Casi un presagio de lo que puede venir más adelante (o pronto) que será la Reforma Laboral.
Por otro, la presión de los gremios más fuertes del Estado neuquino para perforar ese techo y sostener mecanismos de actualización que diferencian a la provincia del resto del país. En ese equilibrio inestable apareció el primer intento de modificar el IPC trimestral, presentado como la eliminación de un “privilegio”, pero que en realidad funciona como un derecho conquistado por los gremios de Neuquén. Viene desde 2017, en ese momento, por una fuerte presión gremial que terminó con un esquema propuesto por el exministro de Economía, Norberto Bruno.
Ahora bien, cuando la negociación parecía encaminarse a un conflicto abierto (el gobierno no quería dar el brazo a torcer con el IPC), el Ejecutivo empezó a aflojar la soga. El equipo encabezado por el secretario de Gobierno, Jorge Tobares, junto al subsecretario Juan Grandi y la secretaria de Economía, Carola Pogliano, logró introducir una sorpresa que descomprimió algunas dudas y permitió encauzar la discusión. Vale decir, después de una fuerte discusión entre las partes.
ATEN: un pacto previo que no alterna nada
En ese marco, el acuerdo con ATEN no rompe ningún pacto previo. De hecho, se interpreta que ATE aceptó el IPC semestral porque no afectaba en nada el salario, y además, porque no querían dejar una vara alta en la negociación, que implique distorsiones y peligro financieros. Como se sabe, el miedo de Rolando Figueroa es que se desplomen aún más las regalías (por el precio del petróleo) y empiece a torcer la ecuación de equilibrio, deudas y demás. La mitad de los recursos de Neuquén viene de Vaca Muerta, restando los que podrían ingresar a cuentagotas del crédito del BID y el Banco Mundial.
El acuerdo salarial vigente para 2025 continúa hasta fin de año y la última actualización trimestral -correspondiente al período octubre-noviembre-diciembre- se paga con los sueldos de enero, hacia finales de ese mes o comienzos de febrero. Es decir, había margen para seguir negociando sin dinamitar lo ya firmado.
La diferencia entre los acuerdos es sustancial. ATE, UPCN y Viales cerraron entendimientos con horizonte 2026, buscando previsibilidad fiscal y política. En cambio, ATEN discuten el corazón del sistema: el mecanismo de actualización salarial, no solo el porcentaje. La disputa no es cuánto se cobra, sino quién y cómo fija las reglas.
Asambleas o decretazo
Por eso, si las asambleas terminan rechazando la oferta superadora del gobierno, el escenario parece estar anunciado. Se sabe que el Ejecutivo avanzará con un decreto que otorgue el aumento y garantice paz social durante el verano y un inicio de clases ordenado. Es una historia conocida en la relación entre ATEN y la Provincia: pase lo que pase en las asambleas, el salario se va a actualizar para no ser disonante con los demás gremios.
Más que una derrota o una concesión, lo que queda a la vista es un modo que tuvo el gobierno de controlar del conflicto. La paritaria es escenario político y sindical, pero la decisión final -cuando las papas queman- vuelve a estar en manos del gobierno. Es una forma de administrar la crisis.
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