Vive hace 40 años en Los Barreales y denuncia que mapuches le usurparon su terreno
Horacio Caruzzo se asentó en esas tierras que más tarde compró y escrituró. Una comunidad ingresó con maquinarias y se instaló.
Hace casi 40 años que Horacio Oscar Caruzzo se instaló a la orilla del lago en Los Barreales tras hacer un acuerdo con la empresa nacional Hidronor, que por esa época tenía como objetivo construir el complejo hidroeléctrico Cerros Colorados. Años más tarde y, tras pagar las tierras, logró escriturarlas y cuando pensó que sus planes de desarrollo serían continuados por sus hijos y nietos, se encontró con que una comunidad mapuche dice que las tierras son suyas.
Caruzzo se instaló en esas tierras ubicadas a mil metros del dique compensador de Loma de La Lata junto a su esposa y sus cinco hijos. Levantó su casa en la que aún vive e hizo varias mejoras y arreglos, aunque no alcanzó a desarrollarlo turísticamente como planeaba.
El terreno es de 20 hectáreas, aunque eso incluye gran parte de barda y rivera del lago, por lo que las utilizables para construir son unas 10. "Cuando ingresamos fue Hidronor, la empresa que manejaba los perilagos, la que me autoriza a ingresar en 1986", contó Caruzzo a LMNeuquén.
Con el correr de los años, Hidronor cedió los lagos a la Provincia y es ahí cuando el gobierno provincial convocó a todas las familias a regularizar la situación con sus tierras. Aquellas gestiones comenzaron en 1992 y terminaron recién en 2015, cuando esta familia logró escriturar tras pagar un monto por las tierras y llevar adelante todos los trámites.
"En 1992 firmamos acuerdos, y el trámite real empezó en el 2009 y terminó en el 2015. Pagamos en 2013 alrededor de 200 mil pesos, más al agrimensor, escribanos y abogados que llevaron adelante los convenios y finalmente la escritura", destacó.
Además, el vecino aseguró que desde 2010 hasta la actualidad paga mes a mes todos los impuestos que hay sobre el predio. "Tengo una vivienda donde vivo, donde crié a todos mis hijos y hasta nacieron nietos. Mi idea era hacer un aprovechamiento turístico del lugar, pero se me fue pasando la vida y no lo pude hacer. Pero pienso que mis hijos y nietos sí podrán", expresó el hombre, quien aclaró que aunque siempre lo intentó, pero nunca alcanzó a hacerlo por problemas económicos.
Desarrollo
"A los hijos los crié a todos acá, y hoy los hijos trabajan en varios lugares y cuando pueden vienen a vernos. Pero yo sigo viviendo con mi señora, seguimos plantando árboles, pero falta agua, habré plantado unos 500 árboles de los que quedan 150 por la falta de agua", describió Caruzzo sobre el predio ubicado a unos mil metros del puesto de Gendarmería y a 5 kilómetros de la villa de Mari Menuco.
Durante estos casi 40 años, el acceso al lago estaba abierto y cualquier vecino que quisiera llegar podía hacerlo a través de sus calles. "Yo siempre viví tranquilo, pero hace un tiempo que empezamos a ver los conflictos que tiene la comunidad mapuche con distintos sectores, aunque acá los primeros años ni aparecieron", aseguró.
El primer recuerdo con la comunidad mapuche Kaxipayiñ fue en el 2000, cuando según recordó Caruzzo solo vieron sus mejoras en el terreno y no hubo discusiones. Pero el 10 de septiembre pasado las cosas cambiaron y, según confirmó el vecino, un grupo de integrantes de esta comunidad ingresó a sus tierras con camiones, rompieron una tranquera y emparejaron parte de su terreno.
Usurpación
"Los reconozco, los respeto, pero no por ser mapuche es de ellos la tierra. Yo hice todo dentro de la ley y ellos entraron por la fuerza. Yo ya tengo 70 años, no podía hacer nada. Entraron con máquinas, hablé con el maquinista, pero solo me dijo que seguía órdenes de la comunidad mapuche", afirmó.
Ante esta situación es que Caruzzo hizo la denuncia policial en la comisaría de Vista Alegre, por la que más tarde la Fiscalía lo citó. "Ellos ingresaron con máquinas y camiones y emparejaron unas dos o tres hectáreas que está a 150 metros de mi casa", aclaró.
"¿Esto es violación de domicilio? Necesito que alguien me explique si es delito o no. Porque no importa si son mapuches, chinos o noruegos. ¿No es violar un domicilio, usurpar? ¿turbar la propiedad? ¿romper?", se preguntó el hombre con desesperación.
El vecino contó que la justicia tomó intervención rápidamente, pero que cuando llegó la Policía a tratar de que los integrantes de la comunidad mapuche se retiraran no pudieron hacer nada y quedó todo igual. "El fiscal había dicho que cesen actividad en el lugar, pero los mapuches fueron más y la Policía se tuvo que retirar", aseguró.
"Ellos se instalaron en mi paso hacia el lago, le pusieron una tranquera a mi predio que emparejaron, y la picada que ingresan la postearon, la alambraron. A escasos 150 metros de mi casa instalaron un tanque con agua, fogón, y dejaron un toldo. Dejan abierta la tranquera, pero si un día le ponen candado yo no voy a poder salir ni entrar", describió indignado.
Caruzzo reclamó soluciones al problema que está atravesando junto a su familia y subrayó: "Por más que ellos tengan un derecho constitucional se contrapone con mi derecho de propietario y de toda una vida de trabajo acá. Me parece que no es correcto, y pido que alguien me ayude".
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