El clima en Neuquén

icon
17° Temp
31% Hum
La Mañana Diego Armando Maradona

El médico que atendió a Maradona en Olivos alertó sobre sedación sin control y rechazó su traslado a una casa

El jefe de terapia de Olivos declaró que se negó a sedarlo sin un plan claro y cuestionó la falta de un equipo adecuado para tratar su abstinencia.

Durante su internación en la Clínica Olivos tras una operación en la cabeza, Diego Armando Maradona ya vivía un escenario clínico cargado de tensiones, decisiones controvertidas y señales de alerta que, semanas más tarde, se repetirían —sin contención efectiva— en su internación domiciliaria en Tigre, donde falleció el 25 de noviembre de 2020. Así lo relató el médico Fernando Villarejo, jefe de terapia intensiva del sanatorio, en su declaración ante el Tribunal Oral Criminal N°3 de San Isidro, en el marco del juicio por la muerte del astro del fútbol.

Villarejo fue uno de los profesionales que estuvo más cerca de Maradona durante su recuperación inicial en la clínica ubicada en Vicente López, tras la cirugía por un hematoma subdural. Según explicó, desde el primer momento, el estado anímico y conductual del exjugador generó preocupación entre los profesionales del equipo médico, en especial del neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes hoy enfrentan cargos por su eventual responsabilidad penal en la muerte del ídolo.

De acuerdo con el relato del médico, en las primeras horas tras la operación, Maradona se mostró profundamente inquieto. No quería permanecer internado, pedía volver a su casa y, por momentos, su conducta se tornaba incontrolable. Este comportamiento no solo complicaba el proceso de recuperación, sino que generaba una fuerte presión sobre los profesionales que debían tomar decisiones clínicas bajo condiciones de alta exposición pública y emocional.

Leopoldo Luque.jpg
Leopoldo Luque, imputado en el juicio que busca determinar quiénes fueron los responsables por la muerte de Diego Maradona.

Leopoldo Luque, imputado en el juicio que busca determinar quiénes fueron los responsables por la muerte de Diego Maradona.

Fue en ese contexto que Luque y Cosachov solicitaron una reunión con Villarejo. Allí le manifestaron su preocupación y le propusieron una medida drástica: sedar a Maradona como parte de un tratamiento de desintoxicación. Según ellos, la irritabilidad y el comportamiento errático del paciente se debían a un posible cuadro de abstinencia.

“Ellos buscaban que desde la institución los acompañáramos en esa decisión. Necesitaban respaldo para avanzar con una medicación que implicaba sedarlo profundamente durante un período considerable”, sostuvo Villarejo ante los jueces. La propuesta, sin embargo, le pareció médica y éticamente cuestionable. “Me negué. No me parecía que ese fuera el lugar ni las condiciones adecuadas para iniciar ese tipo de intervención. Dejé constancia formal de mi postura”, aclaró.

El especialista detalló que un proceso de desintoxicación de esa índole exige una estructura específica, con recursos humanos y materiales pensados para monitorear de forma segura al paciente durante un período de al menos 48 a 96 horas. “No se trata de dormir a alguien por un rato y ver cómo reacciona. Es un procedimiento delicado, que debe ir acompañado de una estrategia clínica clara y un equipo preparado para responder ante cualquier complicación”, explicó.

juicio Maradona.png

A pesar de sus advertencias, la decisión de sedar a Maradona se llevó adelante. La colocación del catéter venoso fue compleja, debido a la resistencia del paciente. Durante 24 horas estuvo bajo los efectos de los sedantes, pero sin un plan concreto de cómo continuar con su tratamiento. Villarejo notó rápidamente que no había un horizonte terapéutico definido, por lo que comenzó a reducir gradualmente la sedación. “Nos dimos cuenta de que estábamos solos en esa situación. Si algo salía mal, la responsabilidad recaía sobre nosotros. Por eso empezamos a actuar según nuestro criterio”, declaró.

A qué se debió la preocupación del médico

Lo que más inquietó al médico no fue solamente la insistencia en un procedimiento que consideraba inadecuado, sino la falta de planificación y seguimiento. “Una sedación así no se puede aplicar sin saber cómo va a continuar el tratamiento. Y lo que veíamos era un manejo improvisado”, sostuvo.

La preocupación de Villarejo no terminó allí. Cuando se evaluó la posibilidad de darle el alta a Maradona, propuso que su recuperación continuara en una clínica de rehabilitación, donde pudiera ser atendido por un equipo multidisciplinario. Afirmó que el entorno domiciliario no ofrecía las garantías mínimas para un paciente como él, con fluctuaciones anímicas, posibles síntomas de abstinencia y un carácter impredecible.

juicio Maradona.png

“Maradona era un paciente complejo: pasaba de estar lúcido a mostrar signos de exaltación psicomotriz, podía volverse agresivo o angustiarse profundamente. Necesitaba un abordaje integral en un lugar preparado para contener ese tipo de cuadros”, explicó. Pero su propuesta fue rechazada.

Luque, como médico de cabecera, insistió con que el mejor lugar para Diego era su casa en Tigre. Villarejo, junto a otros integrantes del equipo de Olivos, acató la decisión, aunque dejó en claro que no la compartía. “Respetamos la decisión, pero sabíamos que no era lo ideal. Nos parecía un error”, sostuvo.

Durante su declaración, el jefe de terapia intensiva reiteró que ni él ni su equipo estaban de acuerdo con la internación domiciliaria. En su visión, Maradona requería una asistencia casi institucional, aunque se desarrollara en un entorno privado. “No podía estar en una casa cualquiera. La única manera de que una internación domiciliaria funcionara era replicando las condiciones de una clínica: médico de cabecera presente, acompañamiento terapéutico constante, controles estrictos sobre lo que comía, bebía, o las medicaciones que recibía. Y eso es muy difícil de implementar en un domicilio”, remarcó.

Fernando Burlando Dalma Gianinna Maradona juicio

Las palabras de Villarejo no solo exponen decisiones médicas que ahora están bajo la lupa judicial, sino también una cadena de omisiones, presiones y desacuerdos que rodearon los últimos días del ídolo. Su testimonio se suma a una larga lista de declaraciones que buscan reconstruir las condiciones en las que murió uno de los personajes más emblemáticos del deporte argentino.

El juicio continúa con la participación de múltiples testigos y peritos. La Justicia busca determinar si existió negligencia médica, abandono de persona o mala praxis en la atención que recibió Maradona en sus días finales. Lo cierto es que, en el relato de Villarejo, queda claro que las señales de alarma estaban presentes mucho antes de su muerte, y que algunas decisiones pudieron haber cambiado el desenlace.

Te puede interesar...

Lo más leído

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario