El jefe de Gabinete de ministros recibió más de 4 mil preguntas de los diputados. El próximo martes, está convocado para dar explicaciones sobre el caso $Libra.
Cuando estaba por terminar las seis horas de exposición ante la Cámara de Diputados, Guillermo Francos se preparó para el siguiente round. "Estoy con un problema de acidez. No sé si es físico o si es producto de los discursos que acabo de escuchar de Unión por la Patria. Debe ser gástrico", chicaneó el jefe de Gabinete cuando comenzó la última ronda de respuestas de su primera comparecencia en ese recinto para cumplir con la obligación que establece el artículo 101 de la Constitución Nacional. Casi sobre el final de la sesión especial, fue difundida la citación para la interpelación que deberá enfrentar el próximo martes.
Francos es uno de los cuatro funcionarios citados para ofrecer explicaciones sobre la creación de la criptomoneda Libra. Es el disparador de su veloz transformación en una estafa y las presuntas conexiones con el presidente Javier Milei, que la promocionó desde su cuenta personal de X y luego borró el tuit.
La presencia de Francos este miércoles alimentó las dudas sobre una segunda presencia seis días después, pero en su entorno aseguran que estará a la hora establecida. Apuntan que por eso no contestó ninguna de 80 preguntas que le formularon sobre el caso. Serán contestadas este martes en el marco de la interpelación, dentro de una citación que incluye al ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, a su par de Justicia, Mariano Cúneo Libarona y al presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV) Roberto Silva.
Si Francos cumple su palabra y asiste el próximo martes, será la primera vez en 30 años que se presente un miembro del Gabinete para ser interpelado en el marco del artículo 71 de la Constitución Nacional. La última vez que un ministro se sentó en esa posición, fue con Domingo Cavallo, como ministro de Economía de Carlos Menem y ante la Comisión de Presupuesto.
En el oficialismo, ante las consultas de LMNeuquén, reconocen que es posible que Francos vaya, aproveche el tiempo en contestar las preguntas sobre el escándalo que no contestó este miércoles y que conoce de antemano. Con eso puede ganar un poco de tiempo, ofrendar un gesto a medias y ponerse al frente de una posible inasistencia de los demás funcionarios. Francos podría ser secundado por Cúneo Libarona. Nadie cree que Caputo estará presente después de esquivar el Congreso desde que juró como jefe del Palacio de Hacienda el 10 de diciembre de 2023. La misma premisa corre para Silva.
Un terreno pedregoso
Para la Casa Rosada, el escándalo por la criptomoneda es un terreno pedregoso. Prefieren que no crezca ni se amplifique. Las interpelaciones del martes son un trago amargo, pero hasta ahora no fue peor por la negociación con la oposición para dejar afuera a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. No es garantía de que no vaya a Diputados en otra oportunidad y por el mismo problema.
Francos fue este miércoles como parte de un intento del oficialismo para que la sesión de la semana pasada se quedara sin cuórum. La idea era que Francos adelantara su visita por el artículo 101 a cambio de contentar a un sector del radicalismo y evitar la sesión. No funcionó, hubo sesión y, además de las interpelaciones, fue creada la comisión investigadora por el criptoescándalo. Fue producto de un acuerdo entre UxP, Democracia para Siempre y Encuentro Federal para torcer el derrotero que había armado la Rosada.
Desde que la comisión fue creada, el Gobierno buscó aprovechar el diseño de su conformación. A partir de una idea de EF y DxS, la representación originalmente apuntaba a 24 integrantes, pero luego de una reinterpretación del oficialismo el número creó a 28 y ahora hay un virtual empate entre LLA, el PRO y potenciales aliados, frente a UxP, DxP y EF, cuyo presidente, Miguel Pichetto, dijo el miércoles que ellos no querían la comisión, pero que el presidente de la Cámara, Martín Menem, se las había vendido cambiada, en referencia al plan que había impulsado el radicalismo.
Tras el revés que afrontó el oficialismo, ahora el objetivo es impedir que la comisión avance, que se estanque y que investigue lo menos posible. El error en el diseño de la comisión despierta bronca dentro del peronismo y también sospechas sobre una ventana que le podría permitir a EF quedar al frente de la comisión, en lugar de UxP.
En los próximos días se conocerán los argumentos que Francos eligió no mencionar este miércoles. Prometió que la próxima vez buscará pactar otra forma de comparecer por el artículo 101 para evitar que se repitan 4.000 preguntas y más de seis horas de exposición, ofreciendo un rostro diplomático del Gobierno.
Siete horas de exposición de Guillermo Francos
Aprovechó la semana corta para reivindicar la finalización del cepo cambiario y prometió que tienen la idea de eliminar las retenciones para este año. Aseguró que no tienen planes de implementar una nueva moratoria previsional y que sigue en pie la posibilidad de regularizar aportes para quienes tengan menos de 10 años de la edad jubilatoria.
Durante toda la exposición, Francos escuchó pedidos de explicaciones sobre el pésimo estado de distintas rutas nacionales y el cierre de distintas áreas de salud y educación del Estado. Ese fue el tono del recinto durante casi siete horas, con un jefe de Gabinete que vivió este miércoles como el precalentamiento del próximo round que tiene el martes. En el Gobierno lo piensan como el preludio de los esfuerzos que invertirán para que el próximo miércoles, cuando llegue el momento de elegir las autoridades de la investigadora, el empate inducido deje al organismo al borde del estancamiento.
Si la investigadora queda complicada en su arranque, el oficialismo habría logrado revertir el error de cálculo, compartido con la UCR, que dejó a Francos a la intemperie de una negociación que lo obligará a comparecer en Diputados dos veces en seis días. Quizás la acidez que le endilgó este miércoles a las preguntas del peronismo venía por ahí, por el mal trago de haber sido prenda de una negociación que no valoró su entrega. "Parece que es físico", dijo jocoso el ministro coordinador, después de agradecerle al diputado kirchnerista Daniel Gollán que, en su calidad de médico sanitarista, le convidó un antiácido en medio de los gritos.
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