Lo condenaron por "desnudar" a sus compañeras con IA
La historia de Mario Leandro Pérez González pone de manifiesto la necesidad de abordar lagunas legales en casos de abuso digital.
En la provincia de San Juan, los miembros de la Justicia condenaron contra un joven de 23 años por posesión y distribución de material de abuso sexual infantil. Mario Leandro Pérez González fue sentenciado a tres años de ejecución condicional después de que su abogado llegara a un acuerdo con la fiscalía. El veredicto fue pronunciado por el juez de Garantías Alberto Caballero el pasado jueves.
Este caso, que se resolvió mediante un proceso abreviado, se originó a raíz de la denuncia de un grupo de 15 mujeres contra Pérez González. Varias de estas mujeres eran sus compañeras en la Universidad de San Juan y lo acusaron de tomar fotos de sus perfiles de redes sociales sin su consentimiento y de manipularlas utilizando inteligencia artificial (IA) para hacer que parecieran desnudas. Estas imágenes se compartían en un sitio web dirigido a adultos, bajo un perfil que ofrecía este tipo de ediciones para quienes estuvieran interesados.
María, una de las denunciantes, relató que conoció a Pérez González mientras estudiaba Diseño Gráfico en el cuarto año de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Ella y otras seis jóvenes de su clase se presentaron ante la Justicia el 15 de julio para acusar al estudiante. Según sus testimonios, la maniobra consistía en descargar fotos reales de las redes sociales y luego crear montajes con inteligencia artificial en los que se veían los rostros de las jóvenes junto a cuerpos desnudos.
Las imágenes falsas se compartían posteriormente en un sitio web de contenido para adultos. "Él publicaba ambas fotos, una original tomada de nuestras redes y la versión editada, con una descripción bastante morbosa", declaró María en una entrevista con TN. Además, señaló que el acusado también ofrecía a sus seguidores la posibilidad de "desnudar" a mujeres utilizando esta tecnología, presuntamente a cambio de dinero.
Cuando las estudiantes se enteraron de esto, tomaron capturas de pantalla del perfil llamado "MarioMJohn68", donde se compartían las fotos. Más tarde, este perfil fue eliminado. En las capturas de pantalla, que fueron divulgadas por el Diario de Cuyo, se podía ver que el usuario ofrecía sus servicios a sus 134 seguidores: "Desnuda a cualquier chica con este bot de Telegram". Aunque no está claro si cobraba por este servicio, la oferta era evidente.
"Tan pronto nos enteramos, presentamos una denuncia. No sabemos cuántas personas visitaron esa página, cuántas pagaron o si hubo más víctimas. Somos 15 las afectadas, pero podrían ser más. Todas teníamos algún tipo de relación cercana con él, no solo en la universidad, también incluye a antiguas compañeras de la escuela secundaria y familiares", reveló la estudiante.
Además, admitió: "Esto nos tomó completamente por sorpresa porque él nunca mostró ese tipo de comportamiento. Siempre fue amable y un buen compañero. Le iba bien en la facultad. Tuvimos interacciones, aunque no más allá de lo académico, pero nunca nos dio razones para sospechar".
Cómo se manejó el caso
Inicialmente, el caso fue manejado por la UFI CAVIG (Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género), que impuso una orden de restricción perimetral contra Pérez González. Él alegó que su correo electrónico había sido hackeado, ya que no existía un marco legal claro para este tipo de acciones, y la causa se dirigió hacia un tribunal de faltas.
Sin embargo, la investigación cambió de rumbo a principios de este mes cuando se encontraron archivos con contenido de abuso sexual infantil en los dispositivos del sospechoso. Pérez González fue arrestado y la Justicia le impuso un año de prisión preventiva. Sin embargo, después de dos semanas, se declaró culpable y fue condenado. Actualmente, está cumpliendo su condena en libertad, pero está sujeto a una serie de requisitos impuestos por el juez.
María comentó: "Él no ha vuelto a la facultad, al menos no lo hemos visto. Entendemos que, dado que ha recibido una condena, podría regresar tranquilamente. Cuando presentamos la denuncia, solicitamos una orden de restricción, pero sabemos que es una medida provisional que caducará en unos días, dejándonos completamente expuestas. Existe un vacío legal significativo, y creemos que hay muchos otros casos similares al nuestro".
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