Por qué Javier Milei le dijo no a los gobernadores por el Impuesto al Cheque

Durante la reunión de más de dos horas y media que mantuvieron los gobernadores y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con el presidente Javier Milei, el eje del reclamo de los mandatarios provinciales pasó por la restitución de fondos perdidos como producto de la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. Por esa medida se perdió el 0,4% del PBI en recaudación. Son unos $5 billones de los cuales 60% correspondía a las provincias.

Como ya es conocido, el gobierno nacional incluyó entre su paquete de medidas que tiene que pasar por el Congreso la reversión total de aquella jugada destinada a apoyar la candidatura presidencial de Sergio Massa. El ex ministro de Economía había acordado sumar en el Presupuesto 2024 un artículo que permitiera repartir lo producido por el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, más conocido como Impuesto al Cheque.

En el encuentro que mantuvieron en la Casa Rosada los mandatarios provinciales del peronismo le pidieron a Milei que se mantuviera ese acuerdo que habían alcanzado con Massa. Pero Milei les dijo que no. Y hay razones de peso.

Por qué el "no" de Javier Milei a la coparticipación del Impuesto al Cheque

El tributo nació, como casi todos los impuestos en Argentina, de manera transitoria durante la crisis del 2001. En aquellos años en los que el gobierno de Fernando De la Rua se debatía en la crisis terminal de la convertibilidad, Domingo Cavallo era convocado para pilotear la tormenta. El ex ministro de Economía creó un impuesto “transitorio” consistente en aplicar una alícuota de 0,6% para los depósitos en los bancos y otra de 0,6% para la salida. El impuesto es contraproducente para la formalización de la economía y encarece los costos de las empresas y las personas. Más que coparticiparlo con las provincias, lo que habría que hacer es darlo de baja.

Si el Impuesto al Cheque se reparte con las provincias pierden los jubilados

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) le puso números a la coparticipación del impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios.

“Actualmente, el 100% de la recaudación se usa para financiar al ANSES y su modificación abriría un bache de financiamiento que debería cubrir Nación con mayores impuestos o reducción de otras partidas de gasto. Esta distribución del tributo ocurre desde el año 2018. Es importante recordar que anteriormente, entre 2003 y 2017, el 70% de lo recaudado iba al Tesoro y el 30% restante a la masa coparticipable”, dice el informe.

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El IARAF indica que el impuesto al cheque en 2024 recaudaría el 1,7% del PBI, por lo que la distribución de esa recaudación sería del 0,72% a Nación y 0,98% a provincias + CABA. Si no se restituyera el Impuesto a las Ganancias, la caída de ese tributo sería de, 0,83% y por ello el Impuesto al Cheque más que compensaría, pero el problema es que perdería la ANSES.

De acuerdo con la estimación de la entidad que dirige el economista Nadin Argañaraz, si se coparticipara el Impuesto al Cheque la caja de los jubilados perdería 1,7% del PBI de ingresos en 2024.

Según estimaciones del IARAF, en moneda actual, el impuesto al cheque recaudaría el año próximo $11,3 billones, mientras que el Impuesto a las Ganancias perdería $5,5 billones

¿Qué va a pasar ahora?

La reunión con los gobernadores terminó sin que quedara claro cómo se va a resolver el problema o quien va a asumir el costo político de ir para atrás con la reforma de Ganancias, una medida que apoyó el actual presidente Javier Milei y los gobernadores. Es casi seguro que el proyecto de “contra reforma” sea enviado al Congreso y se termine aprobando. Milei había ofrecido que la restitución sea temporal, por un año.

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