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La Mañana trabajo

Pequeñas historias de los que nunca tienen feriado

Son relatos de trabajadores que no descansan esos días.

Alejandro Olivera

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Los feriados se hicieron para descansar. Pero no para todos. Algunos trabajadores en la ciudad no pueden escapar de la rutina de sus puestos laborales durante los días patrios u otros no laborables del calendario.

LM Neuquén habló con un panchero, un albañil y una barrendera para conocer sus experiencias de trabajar un día en que todos parecen disfrutar.

Marcelo repara una vereda de la calle Belgrano y revoca una pared de un establecimiento educativo. Concentrado en su tarea, el único sonido que escucha es el de sus herramientas. Explica que trabajar los feriados, en la poda y la construcción, le implica una suma importante en su salario quincenal.

“Agarrar un feriado es como venir todos los días desde el punto de vista de las tareas, pero es más importante porque me ayuda a tener un ingreso extra. No se pueden perder estos días”, expresa.

Porque se paga doble y porque son días más tranquilos, hay empleados que prefieren trabajar esos días en que la mayoría descansa o se hace una escapada.

El hombre está separado y es padre de dos niños, por lo que asegura que trabaja todos los días festivos para garantizar la estabilidad económica de sus hijos. “Vengo de lunes a sábado y también los feriados, que cada vez hay más y elijo trabajarlos”, señala.

Dice que, al no haber tanto movimiento, sus tareas se hacen más fáciles. “Es más cómodo para hacer estos trabajos porque no pasa gente y podemos hacer nuestras tareas sin molestar a nadie”, concluye.

En otro sector de la ciudad, entre el monumento a San Martín y la diagonal Marcelo T. de Alvear, se encuentra Aníbal, un panchero que resalta la importancia de tener trabajo en los tiempos que corren.

“Mi situación familiar no es muy buena ni muy mala. Es regular y puedo vivir. Lo importante es tener un trabajo, si no, la realidad sería mucho más complicada”, explica.

Aníbal indicó que durante los feriados registran las mayores ventas a la madrugada, por los jóvenes que salen del boliche, y por la tarde, cuando las personas comienzan a salir de sus casas, especialmente si el clima acompaña.

El Bajo es uno de los sectores con más vida de la ciudad, pero ayer por la mañana no se veía un alma. Sólo a una mujer se la podía ver en las calles silenciosas.

“Para mí trabajar los feriados significa molestar menos a la gente”.Marcelo Albañil que trabaja los feriados

Cristina es una barrendera de la empresa Cliba SA que disfruta de la soledad para trabajar y sacarle el jugo al feriado. “Al andar tanta gente, se te complica el paso para barrer y tenés que andar pidiendo permiso”, asegura.

Según cuenta, siempre le tocan los feriados por su régimen laboral, mientras que detalló que la situación económica “está mala”, por lo que son de gran ayuda a fin de mes. Asimismo, conoce bien la zona, por lo que se muestra con mucha destreza en el trabajo.

“Me toca limpiar Perito Moreno desde la Avenida hasta Santa Cruz y todas sus cortadas. No son muchas horas y la Policía anda custodiando la zona, así que trabajamos tranquilos”, concluye.

“Como todos, tenemos necesidades, y trabajar el feriado se paga doble”.Cristina. Barrendera que trabaja los feriados

“Los feriados son muy tranquilos pero por la noche suelen comprar mucho los adolescentes”. Aníbal. Panchero que trabaja los feriados

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