Las tropas que responden a China accionaron luego de la visita de Nancy Pelosi y realizaron maniobras militares en las fronteras de la isla asiática.
La visita exprés de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense Nancy Pelosi a la nación asiática tensionó las relaciones entre el país presidido por Joe Biden y China, pero también dejó a Taiwán en una posición más que compleja dentro del tablero geopolítico. La administración comandada por Xi Jinping le dio la orden a las tropas de emprender ejercicios con munición real más allá de las fronteras, con pruebas en objetivos a larga distancia.
Al mismo tiempo, los militares anunciaron que están dispuestos a atacar la isla en cuanto reciban la orden: "Podemos lanzar misiles cuando queramos, como queramos y apuntando hacia donde queremos". Sin embargo, las autoridades advirtieron que las maniobras están enmarcadas dentro de las "operaciones de bloqueo conjunto", que son "necesarias" tras el arribo de la funcionaria apadrinada por Joe Biden.
Taiwán, por su parte, denunció que Beijing cruzó la línea divisoria con aviones de combate, barcos de guerra y misiles. "Condenamos al ejército comunista que nos ha acosado por aire y mar. Es un acto altamente provocador", detalló, a través de un comunicado, el Ministerio de Defensa del enclave.
Según estimaron, el gigante asiático utilizó 68 vehículos aéreos y 13 buques. El primer ministro de la isla Su Tseng-chang pidió presionar para rebajar la tensión: "No esperábamos que el malvado vecino de al lado mostrara su poderío en nuestras puertas y arbitrariamente pusiera en peligro las rutas más transitadas del mundo" .
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