La última estafa del neuquino tesorero de Generación Zoe
En la fiscalía de Villa María mastican bronca porque descubrieron que el neuquino les mintió al momento de la declaración. LMN les reveló de qué trabajaba.
Netflix lanzó este viernes su esperado documental "El vendedor de ilusiones: Generación Zoe", que desentraña uno de los escándalos financieros más resonantes de los últimos años en Argentina. En ese marco, salió a la luz la última gran estafa del neuquino Miguel Echegaray que fue tesorero del holding que presidió Leonardo Cositorto.
Previo al lanzamiento del documental, el gigante del streaming ofreció a este periodista ver el preestreno que refrescó mi memoria por lo que recurrí al archivo de notas que tuve que hacer en mayo de 2022 cuando hubo allanamientos en Neuquén por dicha causa.
La fiscal cordobesa Juliana Companys buscaba a Miguel Echegaray, el neuquino que había participado en la estafa piramidal que dejó un tendal de víctimas en Argentina, Latinoamérica y España.
Para la fiscal, el rol del neuquino fue fundamental, a tal punto que permaneció prófugo durante casi todo el 2022. En diciembre de ese año se entregó casando de la vida en la clandestinidad.
Durante el tiempo que estuvo en fuga fue que se realizó la parte dura del documental que pone el acento sobre la figura de Cositorto y el vicepresidente Maximiano Batista que accedieron a dar su testimonio al igual que Companys.
¿Era o no era policía?
Tras terminar de ver el documental me comuniqué con la fiscal y mantuvimos una entretenida e interesante charla porque le conté que era policía, al menos esa información había surgido en 2022, y ella me dijo que no y como ella tiene el expediente del caso no dudó en brindarme la información correcta.
La fiscal reveló: “Nunca fue policía. Él trabajó para la provincia de Neuquén y yo te voy a decir de qué -revisa el expediente, hace una breve pausa y confirma- su primer trabajo fue de seguridad en la Dirección de Inteligencia de Estado (DIE) del Gobierno de Neuquén. Comenzó en 1992 y se extendió hasta el 2010. Actualmente, (estando preso) cobra una pensión del estado. Después estudió chef y se dedicó a la gastronomía y al coaching”, detalló Companys.
Bueno, no era policía, pero había trabajado de espía para el gobierno neuquino un detalle más que interesante.
Lo cierto es que cuando la nota sale y rebotaba por las redes comencé a recibir mensajes de policías retirados y en actividad que me afirmaban que la fiscal estaba equivocada: “Echegaray fue policía”, me afirmó un retirado mientras que otro me confió: “no siempre trabajó en la DIE, también pasó por la Comisaría segunda”.
Recurrí a fuentes de Jefatura que tras revisar los legajos confiaron a LMN: “Miguel Ángel Echegaray fue policía. En el 2010 le dieron el retito obligatorio. Trabajó en Información de Estado y tuvo otros destinos más”, reveló un alto mando.
Si bien no trascendió en forma clara y precisa los motivos de su salida de la fuerza, tras 18 años de servicio, Se retiró como suboficial y especulan que habría sido por algún problema de salud de ahí la pensión que percibe.
Bronca en la Justicia cordobesa
Con este nuevo cúmulo de información, le comenté toda la situación a la fiscal de Villa María que estaba enardecida.
Durante la charla se preguntó: ¿Por qué no querrá que se sepa que es policía? A lo que presumimos que puede temer que le retiren la pensión y se quede sin el único ingreso que percibe incluso estando tras las rejas penal de Villa María con prisión preventiva confirmada.
No obstante, los estafadores viven de la mentira y entran en un espiral tan grande que nada de lo que dicen es creíble. La verdad para ellos es fracaso.
Companys lo tiene imputado “a Echegaray por asociación ilícita en carácter de jefe y estafas reiteradas. Era el tesorero de Generación Zoe y por lo que pudimos relevar manejó unos 21 millones de dólares, estamos hablando de la blanca, en negro el margen es mayor”, aclaró la fiscal.
De acuerdo con la investigación, Echegaray transfirió parte de los 21 millones de dólares a cuentas que eran “de sus hermanos, mujer, hijas y cuñada. Es uno de los que más se enriqueció”, sentenció con contundencia la fiscal Companys.
El juicio a Generación Zoe podría llegar a realizarse este año, pero hay que aguardar que la Cámara del Crimen de Córdoba resuelva las oposiciones interpuestas por los defensores de varios de los imputados, entre ellos Echegaray.
Generación Zoe tras las rejas
Según el Código Penal, las penas por el delito de estafa llegan a 25 años, pero en la fiscalía estiman que se solicitará “para Echegaray, entre 8 y 10 años de prisión”, confió Companys a LMN.
La estafa piramidal de Generación Zoe asciende a unos 120 millones de dólares de dinero en blanco, pero en negro la cifra podría escalar a 400 millones de dólares o dolaricos como le decía Cositorto a su auditorio donde les pedía que invirtieran sus ahorros y “si no tenes plata, vendé le perro”. Así quedaron cientos de víctimas, sin dinero ni perro.
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