Plottier: encuentran rastro biológico clave en la cama de la nena muerta
En la autopsia al cadáver de la pequeña se descubrieron signos de abuso. Criminalística del Poder Judicial estuvo hasta pasada la medianoche en Plottier.
Los vecinos de Plottier miraban por la ventana y observan que pasaban las horas y una camioneta negra con la inscripción Unidad del Servicio Pericial del Poder Judicial no se movía de donde había estacionado pasadas las 18 del viernes.
Era la medianoche y los peritos con su traje de tyvek blanco comenzaron a salir y cerca de la una, la camioneta ya no estaba.
Así concluyó el allanamientos clave en la vivienda donde el jueves al mediodía una mujer encontró muerta a su hija de 10 años en su habitación. La escena incluía elementos típicos de un ahorcamiento y por lo que reveló la mamá al personal del SIEN que le brindó contención, había videos de un reto viral en sus dispositivos.
Lo cierto es que en la primera intervención que se realizó en la escena del crimen, ese jueves, se encontraron cartas escritas de puño y letra de la pequeña donde contaba hechos estremecedores que indicaban que había sido víctima de abuso.
Autopsia develadora
El fiscal del caso, Andrés Azar, no dudó un segundo en pedir la autopsia y una pormenorizada revisión de las partes genitales del cuerpo de la pequeña.
La autopsia arrancó pasado el mediodía del viernes y se dispuso la participación de dos médicos pediatras, un de adultos y dos criminalistas. No querían que se pasara ni la más mínima magulladura.
Lo que encontraron formalmente: “la causa de muerte fue asfixia por ahorcamiento”. Los signos eras más que claros.
Pero en cuanto al contenido de las cartas, el horror también apareció en la fría mesa metálica del Cuerpo Médico Forense donde el cuerpo sin vida habló.
Develó que había sufrido abusos, estos serían crónicos y el último podría datar de las últimas 72 horas previas a la muerte.
Con esta información en mano, Azar dio intervención a la fiscalía de Delitos Contra las Mujeres, Diversidades y Violencias Sexuales, para iniciar una investigación.
La fiscal a cargo se puso en contacto con la Unidad de Servicios Periciales del Poder Judicial y un equipo de criminalística fue a la casa, que continuaba bajo consigna policial, a requisar y buscar todo tipo de evidencias.
Al tratarse de una vivienda grande, los peritos permanecieron en el lugar poco más de seis horas. Una larga y densa jornada laboral.
¿Qué buscaron los peritos?
De todo tipo de elementos informáticos y de resguardo de información. Además, se buscaron más cartas de la nena y dibujos que ella realizaba.
Se abrieron todos los placares y se buscó prenda por prenda rastros biológicos que sean propios del abuso sexual.
Un dato que estremeció, es que sobre el acolchado de la cama de la pequeña se encontró un rastro biológico que dio PSA positivo. Es decir, había evidencia prostática que es un componente propio del semen.
Este dato, para nada menor, obliga a investigar a fondo y con mucho trabajo de laboratorio por delante.
Ahora, los expertos deben obtener muestras de ADN y realizar todas las pericias posibles para tener la certeza científica sobre el origen de esa evidencia clave encontrada en la cama de la nena.
La fiscalía de Delitos Sexuales tendrá un arduo trabajo por delante. Todo los elementos secuestrados vinculados a la niña genera un fuerte impacto.
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