Tolosa fue declarado inimputable y deben tratarlo por las adicciones
Así lo resolvió el juez Luis Giorgetti tras escuchar a las partes y analizar los distintos informes médicos. Tolosa queda en Salud Mental con custodia policial.
Tal como lo había adelantado LMNeuquén el caso de Tomás Tolosa había dejado a la justicia neuquina en una encrucijada donde debían discernir si lo criminalizaban o si lo humanizaban y le brindaban la asistencia y tratamiento necesario debido al deterioro mental que tenía producto de casi 30 años de policonsumos.
Vale recordar que Tolosa tiene 37 años, pero desde los 9 años consume alcohol, cocaína, crack y bolseó pegamento. Su caso tomó relevancia debido a la cantidad de robos cometidos, todos ellos sin reparar en ser visto y detenido, y con la finalidad de cambiar el botín por droga para consumir.
El juez de Garantías Luis Giorgetti, entendiendo la posición de las partes y los informes médicos, tomó una posición activa en la causa y finalmente llegó a una resolución por la cual se lo declaró a Tolosa inimputable y dispuso medidas de seguridad por un año para garantizarle el tratamiento.
Los informes en pugna
En un principio había dos informes, el de Salud Mental del hospital Castro Rendón que se presentó en una audiencia de abril pasado y el del Gabinete Psiquiátrico y Psicológico del Cuerpo Médico Forense.
Resumiendo, desde Salud Mental daban un drástico panorama.
“Tolosa tiene nula capacidad de autocrítica y mirada introspectiva, asumiendo una posición en la que destaca la ausencia de remordimiento por sus actos agresivos hacia terceros, y falta de empatía por los otros. Autocentrado, solo es capaz de preservarse ante la posibilidad de ser violentado por aquellos sujetos que detenten poder como los ubica al personal policial. Percibe al sistema de salud, en todas sus formas como un mero medio para alcanzar un fin para sí, en el que no hay lugar para la reflexión ni menos aún para proyectar tratamiento o asistencia terapéutica de ningún orden”, detallaban las profesionales.
“En el plano de lo cognitivo conductual, se observa que a pesar del aparente deterioro que evidencia en el plano físico y psíquico, debido a los largos años de consumo de sustancias y alcohol, conserva memoria, y es capaz de evocar recuerdos recientes, al menos, los que son de su interés”, agregan.
Luego hablan de su “estilo de personalidad antisocial” y que sobre dicha base “se produce el consumo de alcohol y otras sustancias, siendo parte de los rasgos perteneciente a estas personalidades psicopáticas”.
Y en la audiencia de abril observaron: “el que nace psicópata muere psicópata. Creo que tiene que empezar a responder en la justicia por sus actos en ausencia de empatía”. Es decir, lo criminalizaban.
Por su parte, los forenses neuquinos describieron que Tolosa: “tiene nula capacidad reflexiva sobre sus conductas desadaptadas con rigidez para afrontar las situaciones de la vida cotidiana dando cuenta de una inhabilidad social. Las características de personalidad descriptas se han asociado con frecuencia a delitos”.
Por otro lado, agregaron que “se advierte dificultades en la regulación emocional, comportamientos impulsivos, conductas repetitivas y disruptivas, a menudo como respuesta a la frustración, deficiencias en el funcionamiento intelectual (pensamiento, razonamiento, planificación) y limitaciones en el cuidado personal”.
“Lo referido da cuenta de un deterioro cognitivo y psicosocial que se profundiza en el tiempo y también del riesgo de reiteración de conductas similares a futuro, en perjuicio de sí y de terceros”.
Los seis especialistas del gabinete forense recomendaron: “abordaje asistencial integral en contexto controlado que garantice el no consumo y el control conductual junto a la asistencia y correcta administración de psicofármacos, todo lo cual debería estar integrado en un marco y actuación judicial de restricción de capacidades que protejan sus derechos y minimicen sus riesgos, atento a encontrarse en situación de alta vulnerabilidad individual”.
Además, aclararon que: “no estaría en condiciones de participar de las distintas instancias judiciales, ya que su capacidad para comprender los mismos está en mengua por el deterioro referenciado”.
Define Río Negro
Ante los informes encontrados se logró establecer que era necesaria una mira de un tercero que no estuviera implicada para tener mayor claridad respecto de qué ocurre y queda en la cabeza de Tolosa después de tres décadas de consumos.
Los expertos del Cuerpo Médico Forense de Río Negro mantuvieron una serie de encuentros con Tolosa en junio pasado. En su informe destacaron que “a la declinación o deterioro cognitivo se le anexa un funcionamiento ejecutivo que no le posibilita organizar, postergar, jerarquizar ni flexibilizar las conductas conforme a los distintos contextos y realidades, comprometiendo patológicamente el proceso de toma de decisiones, afectando el control inhibitorio y la regulación emocional”.
¿Y qué quiere decir esto? Cuando alguien experimenta deterioro cognitivo, su cerebro ya no funciona bien, por lo que pierde la capacidad de tomar decisiones correctamente. Es decir, ya no puede organizar sus pensamientos, esperar el momento adecuado para actuar, saber qué es más importante en cada situación y adaptar su comportamiento al contexto.
Palabras más palabras menos, los forenses de Río Negro coinciden con los del Cuerpo Médico Forense de Neuquén.
Audiencia maratónica y resolución
Estas coincidencias sobre el deterioro de Tolosa, también lo advirtieron las partes a lo largo de la maratónica audiencia que arrancó el martes, tuvo un cuarto intermedio hasta el jueves y otro más hasta el viernes cuando finalmente se dieron a conocer las conclusiones después de analizar todo la situación de Tolosa con sendos elementos sobre la mesa.
En el comunicado oficial de la Justicia afirmaron “Tomás Tolosa es una persona que durante años estuvo en situación de calle, con problemas de adicción y un sinnúmero de denuncias de vecinos y comerciantes por robos, hurtos y reacciones violentas. Actualmente fue imputado por dos delitos de robo y un intento de hurto que terminó con daños en la vidriera de un local del centro neuquino”.
Tras la breve descripción detallaron “tanto la fiscalía como la defensa acordaron que los hechos por los que llegaba acusado Tolosa existieron, pero, que, al no comprender la criminalidad de sus actos, el hombre debería ser declarado inimputable”.
Ambas partes coincidieron en que dejarlo en libertad es un riesgo para sí mismo y para terceros, hecho que destacaron los forenses de Neuquén y Río Negro que afirmaron que necesita contención para que pueda continuar con el tratamiento que viene sosteniendo desde marzo.
Teniendo en cuenta la situación, el juez de garantías Luis Giorgetti resolvió declarar la inimputabilidad de Tolosa y dispuso medidas de seguridad por un año para salvaguardar la integridad y salud para que pueda continuar con su tratamiento de desintoxicación con el objeto de ir logrando una inserción comunitaria. Para ello dispuso que la jefatura de gabinete del Poder Ejecutivo coordine un programa planificado entre el ministerio de Seguridad y el Ministerio de Salud a la medida de las necesidades de Tolosa.
En 15 días ese programa deberá ser evaluado por el gabinete de Psicología y psiquiatría forense y por el órgano de revisión de salud mental, para que pueda ser puesto en marcha en el término de un mes. Posteriormente, en 4 meses se deberá volver a evaluar los avances de Tolosa en su tratamiento. Mientras tanto Tolosa deberá permanecer con custodia policial en el servicio de adicciones del Hospital Castro Rendón.
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