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Relato salvaje: un derrame provocó un ataque de furia en el aeropuerto neuquino

Aunque denunciaron una pérdida de combustible cerca de los hangares, el jefe de la terminal aérea dio orden a los Bomberos de no intervenir y se desató la tensión.

Una pérdida de combustible cerca de los hangares provocó un día de furia para el jefe del Aeropuerto Perón. Según publicó la revista especializada Aeromarket, su negativa a permitir el ingreso de los Bomberos para subsanar el problema terminó por causar una especie de "relato salvaje" dentro de esa terminal, con una acalorada pelea entre la autoridad del lugar y un empleado que hizo un reporte por fallas de seguridad.

La revista informó que el derrame de combustible se dio por el descuido de un empleado pero puso en jaque la seguridad del aeropuerto ya que afectó a cuatro hangares principales del lugar, un sector en el que se ponen a resguardo un total de 20 aviones y helicópteros.

Al detectar el derrame, uno de los empleados del hangar pidió asistencia a los Bomberos. La revista explicó que los Bomberos, que dependen de la Policía de la provincia, se negaron a intervenir para solucionar el problema porque tenían una orden directa del jefe del aeropuerto, Roy Moya, de no actuar en esta situación en particular. Después, desde la fuerza señalaron que decidieron no actuar porque pensaron que el derrame se había producido dentro del hangar y no en la plataforma, como si la localización de las pérdidas cambiara su posibilidad de accionar.

Para subsanar el problema, se solicitó la intervención de EANA, que también tenía el pedido del jefe del aeropuerto de evitar cualquier tipo de acción. Finalmente, y una hora más tarde de la detección del derrame, los Bomberos finalmente actuaron en el lugar para evitar posibles accidentes.

Por la gravedad del caso, se estima que un estudio de abogados neuquino ya está reuniendo pruebas y relatos de testigos para hacer una denuncia ante la Justicia local, según informaron desde el medio especializado. También se constató que personal de EANA realizó un reporte de seguridad para que quede constancia del hecho.

"Si bien el episodio fue grave, la violencia que sobrevino unos días después fue peor, ya que el jefe del aeródromo, totalmente descontrolado y ante público presente, tuvo un “día de furia” –o al menos un prolongado momento– contra el trabajador de EANA que habría labrado el PNSO (reporte de seguridad). Sus amenazas de tomar represalias se escucharon desde cierta distancia. La ira del jefe habría sido tal que habría tenido que intervenir personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)", informaron desde la revista.

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