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La Mañana Violencia de género

Auxilio desesperado

Cinco días después de dar a luz, Vicky Xipolitakis llamó al 911 para denunciar a su pareja por violencia de género.

A los días de convertirse en madre, Vicky Xipolitakis denunció a su marido, Javier Naselli, por violencia de género. La mediática llamó al 911 y pidió que se llevaran al empresario de su hogar, en donde se encontraba con su bebé. El lunes por la noche un móvil se acercó al departamento que habitan en el barrio de Recoleta y sacó al empresario del lugar. El hombre se retiró sin ofrecer resistencia y se fue alojar a un hotel. Luego de negarse a realizar la denuncia y aclarar que no había sufrido violencia física, la Policía volvió ayer al departamento de Vicky pero la rubia volvió a decir que no realizaría ninguna denuncia.

En su comunicación con el 911, Vicky dijo: “Estoy con un bebé y tengo un demente, quiero que te lo lleves. Por violencia… Por violencia verbal, es un loco, quiero que se lo lleven, por favor”.

Fuera de casa: Javier Naselli estaba ayer desayunando en un hotel en la esquina del hogar.

Jorge Rial contó en Intrusos que la denuncia que se hizo pública podría perjudicar al financista de perfil bajo en su ámbito laboral: “Me dijeron que esto puede tener alguna consecuencia inesperada para él, porque a la gente que maneja guita pesada no le gusta que el que la maneja esté en primer plano, y menos en un quilombo en este momento del país. Porque hay gente importante atrás de esto”.

El llamado: “Estoy con un bebé y tengo un demente, quiero que te lo lleves. Por violencia”.

Testigo

En Chismoses (Net TV) se dio a conocer un tremendo audio de la diseñadora ucraniana que hizo el vestido que usó Vicky en su baby shower, donde expone el lado violento de Javier Naselli, marido de la Griega. La diseñadora relata cómo fue un viaje en coche con la pareja y que Naselli se la pasó maltratándola. “Él estaba fuera de sí. Muy violento. Pensamos que la iba a sacar de los pelos del auto”, reveló la ucraniana.

“Ella todavía estaba embarazada. No sabíamos bien lo que estaba pasando. Ella lo quería tranquilizar, se sentía mal y tenía ganas de vomitar”, confesó la modista.

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