En total, hay seis detenidos, entre ellos tres efectivos, que comercializaban ilegalmente los elementos en Santa Fe y en Entre Ríos.
Luego de más de dos meses de investigación, la Tropa de Operaciones Especiales y la Agencia de Investigación Criminal desbarató una banda de policías que vendían ilegalmente armas y municiones en Santa Fe y Entre Ríos.
A partir de un anuncio en el que se ofrecía de manera informal la venta de fusiles para la caza, la Justicia inició una investigación que contó con la participación de un agente encubierto, que se ganó la confianza de los miembros de la organización y descubrir el mecanismo. La organización delictiva traficaba armas con un mecanismo aceitado de engaños: utilizaban tarjetas de usuarios habilitados para le tenencia que desconocían la operación y así, adquirían los elementos que luego revendían en el mercado negro. A raíz de esto, se llevó a cabo una serie de allanamientos en las localidad santafesinas de Rosario y Gobernador Gálvez, y en la entrerriana San José de Feliciano.
Un policía provincial que estaba en disponibilidad, su pareja que también pertenece a la fuerza y otro agente del Comando Radioeléctrico fueron los tres oficiales detenidos, además de otras tres personas que pertenecían a la banda. Además, se incautaron fusiles, carabinas, escopetas, dos pistolas calibre 45, una .22, una 9 milímetros y una 6.35 Magnum, un pistolón 32 y revólveres calibre 32 y 38. También, fueron secuestrados 20 carnets de legítimo usuario de armas y otras 14 tarjetas de habilitación para la compra de municiones.
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