China hace historia: llegó a la cara oculta de la Luna

China lanzó la sonda Chang'e-6 el pasado 3 de mayo, a bordo del cohete Long March-5 Y8, para recoger muestras de la cara oculta de la Luna. Poco más de cuatro días después, la sonda entró en órbita lunar. Desde entonces, estuvo esperando las condiciones óptimas para alunizar en la superficie del satélite de la Tierra.

Ahora, tras ejecutar con éxito las maniobras de aterrizaje, Chang'e-6 logró alunizar en la cara oculta de la Luna por primera vez en la historia.

La Administración Nacional del Espacio de China informó que esta sonda inició el descenso propulsado el pasado domingo 2 de junio a las 0:09 hora española peninsular, ajustó rápidamente su orientación acercándose a la superficie lunar y consiguió aterrizar a las 0:23 hora española peninsular en la Cuenca Aitken-Polo Sur.

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China llegó al lado oculto de la Luna

Durante el proceso de descenso, China empleó un sistema autónomo de evitación de obstáculos visuales para detectarlos automáticamente. Además, una cámara de luz visible seleccionó una zona de aterrizaje comparativamente segura basándose en la claridad y oscuridad de la superficie lunar.

En los próximos días, la sonda Chang'e-6 tiene previsto recolectar dos kilos de material lunar con la ayuda de un taladro y un brazo robótico, para traerlas de regreso a la Tierra mediante un cohete propulsor.

Este viaje de vuelta está previsto para alrededor del 25 de junio y, si todo sale según lo planeado, la misión proporcionará a China respuestas a los misterios científicos relacionados con la historia y la composición de nuestro satélite natural.

Instrumentos científicos de Chang'e-6 para tomar muestras lunares

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Para tomar las muestras de la cara oculta de la Luna, Chang'e-6 incluye un instrumento de medición de radón de la agencia espacial nacional de Francia (CNES, por sus siglas en inglés) para estudiar el movimiento del polvo lunar y algunas sustancias químicas volátiles entre el regolito y la exosfera lunar.

La segunda carga útil científica es un retrorreflector láser pasivo, procedente del Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia, que se empleará como telémetro láser para el módulo de aterrizaje Chang'e-6.

Por último, la tercera carga útil, desarrollada por el Instituto Sueco de Física Espacial con el apoyo de la Agencia Espacial Europea, será el instrumento que volará más allá de la Tierra para detectar iones negativos emitidos desde la superficie lunar.

¿Qué es el lado oculto de la Luna?

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El lado oculto de la Luna, también conocido como el lado lejano, es la hemisferio que nunca es visible desde la Tierra. Esto se debe a un fenómeno conocido como acoplamiento por marea, que hace que el tiempo que la Luna tarda en girar sobre su eje coincida con el tiempo que tarda en orbitar la Tierra. Como resultado, solo vemos una cara de la Luna.

Hasta mediados del siglo XX, el lado oculto de la Luna era un misterio total. La primera vez que se obtuvo una imagen de esta región fue en 1959, cuando la sonda soviética Luna 3 envió fotografías de baja calidad. Más tarde, misiones como la del Apolo 8 permitieron obtener imágenes más detalladas. Sin embargo, la exploración directa del lado oculto no se produjo hasta 2019, cuando la misión china Chang'e-4 alunizó en esta región, permitiendo estudios científicos sin precedentes.

El lado oculto de la Luna es notablemente diferente de la cara visible. Mientras que la cara cercana tiene vastas planicies basálticas llamadas "mares", el lado lejano es mucho más montañoso y está lleno de cráteres de impacto. La Cuenca Aitken, una de las mayores y más antiguas cuencas de impacto en el sistema solar, se encuentra en esta región. Estas diferencias proporcionan pistas cruciales sobre la historia geológica de la Luna y la formación del sistema solar.