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Dejar el calefactor listo para el invierno cuesta 650 pesos

Es lo que cobran los gasistas matriculados. Subió un 20% respecto de 2015.

Ana Laura Calducci
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NEUQUÉN
Con los primeros fríos de abril, todos se acuerdan del calefactor que llevaba meses acumulando polvillo y olvido en un rincón. Este año, limpiarlo y controlar que no haya problemas de combustión cuesta 650 pesos, un 20% más caro que en 2015. Pese a que es una medida de seguridad básica, sólo están contratando el servicio las familias de clase media y alta, según informaron los gasistas matriculados de la ciudad.

293 son los gasistas matriculados que reconoce Camuzzi para la ciudad de Neuquén.

La limpieza y acondicionamiento del calefactor implica desarmar el aparato y llevarlo a un taller para probarlo. Son al menos dos horas de trabajo. En los casos en los que sólo hay que sacar la suciedad, se pueden conseguir presupuestos de 550 pesos en adelante. En cambio, si hace falta cambiar alguna de las partes, la factura puede llegar a los 1000 pesos.

"El rango está alrededor de 650 pesos, es lo que estamos cobrando todos los matriculados, aunque debería ser más, porque la mano de obra la mantuvimos igual que el año pasado y subieron los materiales; lo que pasa es que si pedimos $900 no los paga nadie", explicó Héctor Di Filippo, uno de los gasistas neuquinos reconocidos por Camuzzi.

Señaló que una tarifa promedio cercana a los 1000 pesos no tiene sentido porque sería un tercio de lo que sale un calefactor nuevo. Agregó que, por eso, el aumento en relación con 2015 corresponde en gran medida a la suba de precios en válvulas, repuestos y herramientas, que es lo que les aumentó a ellos.

Indicó que los primeros clientes llaman en marzo, pero afirmó que en los últimos 15 días fue el momento de más trabajo, que sigue todo abril y mayo. La gran mayoría son dueños de departamentos en alquiler y familias de clase media y alta.

Antonio Romero es gasista matriculado y trabaja en la zona del oeste. Explicó que cobran casi todos entre 500 y 700 pesos porque más no se puede. "En mi caso, eso es un 20% más que el año pasado", aclaró y agregó: "Trabajo con gente de clase baja, pero buscan precio y quieren ahorrar en todo; me pasó hace poco con una familia de Cuenca XVI, a la que le tuve que adaptar el calefactor para la garrafa, porque no tienen otra, y les cobré el mínimo".

Otro de los gasistas autorizados, Marcelo Canteros, comentó que deben lidiar con la "competencia desleal" de los arregladores multirubro. "Son plomeros, gasistas, todo junto y sin matrícula; el grueso del trabajo se lo llevan ellos", contó y razonó que "se sabe que hay gente que no está en condiciones de pagar el servicio y se arriesga, por eso les piden $100 nomás pero para sopletear un poco, que no queda bien".

Dijo que, en general, la limpieza de calefactores la hacen los matriculados "de segunda y tercera", pero también están aceptando estos trabajos varios gasistas con autorización para obras más complejas.

A tener presente
Muchos neuquinos ya empiezan a buscar buenos precios para cambiar los equipos

Al igual que con la limpieza, la compra de calefactores se dispara con los primeros fríos otoñales.

Para los que necesitan un artefacto nuevo, los precios en el mercado local oscilan entre los 3 y 6 mil pesos, según la marca y capacidad.

Un calefactor de 5 mil calorías, que está instalado en la mayoría de las casas, cuesta en promedio 4500 pesos. Son los equipos adecuados para ambientes grandes o pequeños departamentos.

En cambio, si se necesita calefaccionar sólo una habitación, la opción son los artefactos de hasta 3 mil calorías, que en Neuquén tienen un precio de 2 a 4 mil pesos.

A esos montos hay que sumarles el de instalación, que varía según la complejidad de cada trabajo, pero no baja de los $700 por equipo.

Las tres señales de alerta

NEUQUÉN
Desde Camuzzi, que distribuye el gas domiciliario en la zona, informan que hay una serie de factores para advertir si un calefactor no está funcionando bien y hay que limpiarlo, arreglarlo o directamente reemplazarlo por uno nuevo.

Una de las señales de alarma es la aparición de manchas o tizne negro en la pared junto al artefacto, así como la decoloración de la superficie del calefactor. Es un indicador de combustión incompleta, lo que implica que puede haber contaminación con monóxido de carbono.

Otro factor a tener en cuenta es el color de la llama, que debe ser azul "con los extremos transparentes", según las recomendaciones de Camuzzi. Si el fuego se torna amarillo, anaranjado o rojizo, el aparato necesita una revisión de un gasista matriculado porque no está quemando bien.

Una tercera señal de que el calefactor no tiene una combustión correcta es que los que viven en el lugar sufran con frecuencia de dolores de cabeza, náuseas, vértigo y vómitos. Si no hay otra explicación, hay que constatar que no haya fallas en el equipo que puedan producir acumulación de monóxido de carbono.

Como medidas preventivas, se aconseja cerrar las llaves de gas durante ausencias prolongadas y mantener los ambientes ventilados, aún en invierno.

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