El empate de Boca en Córdoba de este fin de semana despertó un verdadero escándalo dentro del seno del plantel del Xeneize.
Tras un decepcionante empate sin goles ante Instituto en Córdoba, Boca enfrenta una creciente presión por mejorar su desempeño en la Liga Profesional. El presidente del club, Juan Román Riquelme, no tardó en convocar a una reunión con el plantel y el cuerpo técnico, dejando claro su descontento con los resultados recientes y subrayando la necesidad imperiosa de ganar. "A partir de ahora tienen que ganar", fue la frase contundente que lanzó Riquelme, reflejando la urgencia de revertir la situación actual.
La reunión se llevó a cabo en el predio de Ezeiza, a su regreso de Córdoba, donde Riquelme aprovechó para transmitir su malestar por la falta de eficacia del equipo, especialmente en los partidos fuera de casa. La preocupación de Riquelme no es nueva, ya que anteriormente había mostrado su descontento en situaciones similares, como después de las derrotas contra Platense y Gimnasia y Esgrima de La Plata. En esta ocasión, la falta de tiros al arco durante los 90 minutos en Alta Córdoba fue un punto crítico que no pasó desapercibido.
El pésimo momento de Boca cuando no juega en La Bombonera
El entrenador, Diego Martínez, también expresó su frustración en la conferencia de prensa posterior al partido. "Hemos perdido muchos puntos fuera de casa y lo estamos pagando", comentó Martínez, reconociendo la inconsistencia del equipo cuando juega lejos de La Bombonera. Los números hablan por sí solos: Boca ha ganado solo cuatro de los 16 partidos disputados como visitante en la temporada, acumulando una efectividad del 38%. Esta estadística alarmante es un reflejo de la necesidad de cambios inmediatos.
La reunión con Riquelme sirvió como un llamado de atención para el equipo, que enfrenta una semana crucial con dos partidos en casa. El primero será el postergado de la fecha 7 contra Banfield, seguido por el encuentro frente a Barracas Central. Ambos partidos representan una oportunidad de oro para recuperar terreno en la tabla y acercarse a los primeros puestos, especialmente con el objetivo de asegurar un lugar en la Copa Libertadores 2025.
Riquelme y una advertencia para los próximos dos partidos de Boca
La importancia de estos próximos partidos no solo radica en la posibilidad de sumar puntos, sino también en la necesidad de cambiar la narrativa que ha acompañado al equipo durante esta temporada. Un año sin participación en la Copa Libertadores tendría consecuencias significativas para el club, tanto deportivas como económicas. Riquelme y el Consejo de Fútbol lo saben, y su mensaje fue claro: "Se terminó la pretemporada". Es momento de que el equipo demuestre su capacidad y comience a ganar de manera consistente.
El viaje de Riquelme a Córdoba junto con la delegación subraya su preocupación por la situación del equipo. A pesar de que rara vez acompaña al equipo en partidos de campeonato como visitante, su presencia en este caso fue un signo de la gravedad de la situación. La expectativa es alta, y la presión está sobre los jugadores y el cuerpo técnico para responder y revertir la mala racha.
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