De Borja al arquero de Atlético Tucumán: “Atate los cordones ahora, cagón!”

A pesar del triunfo sobre la hora de River por 1-0, con gol de Salomón Rondón a los 48 minutos del segundo tiempo, los jugadores de Atlético Tucumán aceptaron su suerte de manera digna. Pero cuando comenzaron a saludar y a felicitar a sus rivales, Miguel Borja lo encaró al arquero visitante e hizo saltar la térmica: “Atate los cordones ahora, cagón”.

En cuanto escuchó eso, Tomás Marchiori se le fue encima al delantero colombiano, que había sido reemplazado justamente por Salomón Rondón, autor del gol del triunfo. Y el clima se empezó a poner cada vez más espeso porque a la bronca del arquero tucumano se fueron sumando los enojos de varios de sus compañeros y hasta de la dupla técnica, Sergio Gómez y Favio Orsi.

Si bien no llegó a haber claros intentos de agresión por parte de los tucumanos, estaba clara la postura de disgusto que tenían, como también la relajación del colombiano, que sonreía a pesar de que había prendido la mecha que le terminó valiendo la amarilla que post partido le mostró el referí, Pablo Dóvalo.

Qué pasó con los cordones de Marchiori

Cuando River se le iba encima a los tucumanos, cada vez que podían los jugadores de Atlético trataban de enfriar el partido. A veces con la pelota en juego y otras sin ella, como ocurrió con el arquero, a quien “se le desataron” los cordones. Al ser el arquero, no puede salir del campo de juego a atárselos, sino que el referí debe detener el juego porque, además, se tiene que quitar los guantes.

El tema fue que Marchiori le pidió a Dóvalo parar el juego para atárselos y a los dos minutos volvió a pedirle que frene: se le habían desatado nuevamente.

Esto causó fastidio en los jugadores de River más allá de que que se trata de una estrategia que suelen usar los arqueros de todos los equipos. Pero Borja, con la bronca atragantada, se desquitó en el final, ironizando al arquero rival. Y en ese ida y vuelta, casi se arma.

Aunque si hubo una razón por la que no se lamentó ningún incidente fue, justamente, por el comportamiento del resto de los jugadores de River, quienes en todo momento trataron de calmar a los futbolistas y entrenadores de Atlético Tucumán.