Libertadores: San Lorenzo jugó bárbaro en Brasil, pero un exHuracán lo dejó afuera
El Ciclón hizo un planteo perfecto y generó las mejores ocasiones ante Atlético Mineiro, pero gol de Rodrigo Battaglia fue determinante a los 20' del complemento.
San Lorenzo dio una muestra de carácter en Brasil. Jugó incluso por encima de sus posibilidades, ejecutó un plan de juego perfecto y generó las mejores situaciones ante Atlético Mineiro, en el partido de vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores, en Brasil. Sin embargo, un cabezazo de Rodrigo Battaglia a los 20 minutos del segundo tiempo lo dejó afuera, luego del 1 a 1 de la ida.
El Ciclón se plantó con sus tres volantes centrales, dos de ellos muy jóvenes como Elián Irala y Santiago Sosa. Por los costados, Matías Reali y Nicolás Leguizamón fueron muy picantes para defender y atacar, mientras que Alexis Cuello se mostró movedizo adelante.
Al local le pesó muchísimo la presión de ser favorito y estuvo lejos de mostrar buen nivel futbolístico, tanto en lo individual como en lo colectivo. En el primer tiempo, las más claras llegaron con remates lejanos y el que más cerca estuvo fue Leguizamón. Un zurdazo del paraguayo de 22 años pegó en el ángulo derecho de Éverson y en el rebote también se lo perdió Reali.
En el arranque del segundo tiempo, hubo un planchazo de Otávio no fue revisado por el árbitro Felipe González, de pésima tarea al igual que su equipo arbitral. Era roja, pero lo amonestaron y siguió jugando.
Para el complemento, el trámite no cambió y en los primeros 15' el Ciclón continuó generando situaciones. Un pase tremendo de otro pibe, el lateral Oscar Arias, le puso un pase bárbaro a Cuello, que no pudo en el mano a mano con Éverson.
Los goles que no se hacen en un arco, se pagan en el propio
San Lorenzo pagó carísimo las situaciones que desperdició, porque llegando a los 20', en un córner desde la izquierda, Rodrigo Battaglia ganó de arriba y su cabezazo suave fue muy esquinado para la estirada de "Chila" Gómez, que reemplazó a Facundo Altamirano en el arco.
El festejo del volante que surgió en Huracán, y ahora juega de marcador central, fue un desahogo muy importante para el público local, que vio como durante más de una hora su equipo estuvo contra las cuerdas.
Después de sacar la ventaja, Mineiro estuvo más cerca de liquidarlo que la visita de empatarlo.
Cuando faltaban 10 minutos, hubo agresiones de la policía a los hinchas del Ciclón en las tribunas -algo que pasa siempre en Brasil- y los gases lacrimógenos de la policía llegaron al campo de juego.
En el cierre, Pipi Romagnoli metió lo que tenía en el banco: Sebastián Blanco, Andrés Vombergar, Nahuel Barrios, Facundo Bruera y Nahuel Bustos. Sin embargo, Mineiro aguantó con la complicidad del árbitro, que dio diez minutos de adición cuando tendría que haber estirado por lo menos quince después de los 90'.
El pitazo final de González destrabó un festejo injusto de Mineiro, que fue ampliamente superado en la serie, hizo tiempo de manera descarada y ganó por un cabezazo. San Lorenzo se fue con la frente en alto porque jugó mucho mejor en los 180, pero pegó carísimo la falta de jerarquía adelante y en el arco. Cabe recordar que en la ida Altamirano fue responsable del gol del rival.
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